Los próximos 8 y 9 de septiembre, la caficultura colombiana vivirá la fiesta democrática electoral más importante a nivel gremial del país: las Elecciones Cafeteras 2018. Como ocurre cada cuatro años, cerca de 358.000 productores habilitados para votar, de 17 departamentos y 570 municipios, acudirán a las urnas para elegir de forma transparente y en democracia a quienes los representarán en la institucionalidad cafetera.
Este año celebramos la inscripción récord de más de 16.000 candidatos, de los cuales, alrededor de 4.000, son mujeres. De hecho, por primera vez, las planchas y listas de candidatos se integraron con criterios de equidad de género para brindar una adecuada y efectiva participación en los órganos de gobierno gremiales a la mujer productora de café. Como resultado, de los candidatos a Comités Departamentales inscritos, casi 13% son mujeres, y en el caso de Comités Municipales, este porcentaje asciende a 24%.
Lo anterior no es un detalle menor, pues, desde la Federación, somos testigos del valor que aporta la mujer dentro del principal renglón agrícola de Colombia. Hoy por hoy, casi uno de cada cinco cafeteros en el país es mujer. Su representatividad es tal que, de 540.000 familias caficultoras, cerca de 109.000 son lideradas por mujeres cafeteras. Ellas son responsables de 26% del total de área sembrada de café a lo largo y ancho del territorio nacional.
Y es que hace un tiempo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estimó que la productividad en fincas administradas por mujeres aumentaría hasta 30% si ellas tuvieran acceso a los mismos recursos productivos que los hombres. De este modo, la producción agrícola total en los países en desarrollo podría aumentar hasta 4%, permitiendo la reducción de personas con hambre entre 12 y 17%.
En 2016, un estudio publicado por European Review of Agricultural Economics demostró que la adopción de buenas prácticas y tecnología agrícolas aumenta cuando hombres y mujeres productores del mismo hogar asisten juntos a capacitaciones. Como dijo Yuri Catalina Valencia Morales, cafetera de Caicedonia, Valle, “la mujer tiene la capacidad de hacer muchas cosas, no solo las del hogar y familia, sino que, como empresaria, puede transformar sus amigos, vecinos y los que están a su alrededor. La mujer piensa en colectivo y no individual. Una líder no se detiene. Aunque surjan inconvenientes, aprende a sobrepasarlos, superarlos y le gana a la adversidad”.
Al igual que ella, son miles las agricultoras que con su empuje y liderazgo le están dando un nuevo impulso al campo colombiano. En 2006, la Federación Nacional de Cafeteros creó el Programa Mujeres Cafeteras, hoy Programa de Equidad de Género, con el ánimo de promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y fortalecer su empoderamiento con un enfoque de género, derechos y familia. En estos más de 10 años, el trabajo del Programa ha permitido alcanzar importantes logros en beneficio de las mujeres cafeteras, específicamente mayor empoderamiento, protagonismo y participación en toda la cadena del café, de la semilla a la taza, así como en la esfera gremial.
Un verdadero desarrollo rural se debe caracterizar porque promueve el desarrollo humano, porque es equitativo, porque es incluyente, porque promueve la sostenibilidad, porque no invisibiliza las diferencias de género, porque es democrático y porque afianza la institucionalidad.
La mujer cafetera es y será sin duda protagonista de un verdadero desarrollo rural.
Estamos convencidos de que en estas elecciones que se avecinan las mujeres jugarán un rol protagónico e histórico al salir a votar masivamente para ejercer sus derechos gremiales porque, si así lo desean, su representatividad política en el gremio será mayor y proporcional al peso que ya tienen como población cedulada en el mundo del café. La Federación es de ellas y a ellas les pertenece, tanto como a ellos. Su voto y su voz harán la diferencia en el futuro de este querido gremio.