Alimentar a la población requiere de una labor responsable y articulada que comienza con la producción de materias primas agrícolas y pecuarias en las veredas de Colombia. Asimismo, de la elaboración de empaques e insumos, del procesamiento de los alimentos en las plantas industriales, distribución y comercialización en tiendas y supermercados, y que finaliza con los alimentos que llegan en las mejores condiciones a las mesas de los colombianos.
En cada una de las etapas de esta cadena de valor interviene el talento de miles de personas que están trabajando fuerte e incansablemente para garantizar el abastecimiento del país. A pesar de las dificultades propias de la pandemia y de las protestas sociales- y gracias al trabajo articulado con Gobierno Nacional, a las autoridades locales y sus entidades- la cadena de abastecimiento sigue operando desde los municipios y los puertos de Colombia hasta las tiendas del país.
De la mano con lo anterior, no cabe duda que uno de nuestros grandes aliados son los agricultores y ganaderos. El trabajo con ellos, especialmente con los pequeños productores rurales colombianos es clave para impulsar la competitividad del sector y la creación de valor económico y social en el país. Según cálculos realizados por la Cámara de Alimentos, a partir de información del Dane, la Industria de Alimentos compra 39,4% del total de la producción agrícola y pecuaria del país cada año.
Bajo este contexto las empresas de la industria de alimentos del país aportan al fortalecimiento de la agricultura y ganadería mediante asesorías técnicas a agricultores y ganaderos, acompañamiento en los procesos de planificación de negocio, programas de sostenibilidad de sus unidades productivas, apoyo a asociaciones de productores, programas de certificaciones, de fomento de cultivo, de desarrollo de cadenas de abastecimiento sostenible, de desarrollo de cultivadores y de asocio con mujeres; todo con el fin de seguir potenciando las capacidades de los actores involucrados en la cadena de valor.
Adicionalmente, sabemos que es clave el buen manejo de los encadenamientos productivos dado que a partir de los mismos, podemos generar negocios y construir relaciones de confianza, de modo que así logramos garantizar la sostenibilidad y la mejora continua de nuestros procesos.
Precisamente una de las banderas de gestión de las 32.000 empresas de la industria es la generación de oportunidades laborales, por eso actualmente aseguramos cerca de 260.000 empleos formales y directos ocupados por personas comprometidas que son claves en la exportación del sector a más de 170 países. Desde la Andi, participamos de forma activa en el programa de “Agricultura por Contrato” del Gobierno Nacional, donde acompañamos a los empresarios del país, afiliados a no, en la búsqueda de proveedores de materias primas agrícolas o pecuarias.
Desde la Cámara buscamos las mejores formas de darle valor a los productores rurales del país generando a su vez progreso para las comunidades e industriales, las compañías y las poblaciones mismas de tal forma que pueden tener mejor calidad de vida gracias al acceso a productos variados y de calidad.