Construyamos juntos una mejor producción y una mejor nutrición
Aunque hemos avanzado en la construcción de un mundo mejor, demasiadas personas se han quedado atrás. Personas que no han logrado acceder al desarrollo humano, la innovación o el crecimiento económico.
El hambre sigue aumentando y afectó hasta 828 millones de personas en 2021, un aumento de alrededor de 46 millones de personas desde 2020 y 150 millones desde 2019.
En solo dos años el número de personas aquejadas por la inseguridad alimentaria aguda ha pasado de 135 a 193 millones, y es probable que en 2022 sea peor. Ya en cinco países (Afganistán, Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Yemen) unas 750.000 personas viven en condiciones de hambruna.
Asimismo, unos 3.100 millones de personas (casi 40% de la población mundial) no pueden permitirse una dieta saludable. Y dos tercios de quienes padecerán altos niveles de inseguridad alimentaria aguda son productores rurales de alimentos.
Para poner fin a este problema debemos tener una mirada integral de la situación, ir más allá del suministro. El problema radica en el acceso y la disponibilidad que se ven cada vez más obstaculizados por numerosos desafíos, como las consecuencias de la pandemia covid-19, los conflictos, el cambio climático, la desigualdad, la subida de precios y las tensiones internacionales. Personas de todo el mundo están surgiendo el efecto dominó de unos desafíos que no conocen fronteras.
Nuestro mundo globalizado es uno en el que nuestras economías, culturas y poblaciones están cada vez más interconectadas. Algunos de nosotros somos vulnerables por quiénes somos o por dónde vivimos, pero la realidad es que todos somos frágiles. Cuando alguien se queda atrás se rompe una cadena. Esto repercute no solo en la vida de esa persona, sino también en la nuestra.
Hoy más que nunca necesitamos soluciones mundiales ante las crisis mundiales. Apuntando a mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor, trabajando juntos podemos transformar los sistemas agroalimentarios y avanzar mediante la implementación de soluciones sostenibles y holísticas que consideran el desarrollo a largo plazo, la inclusión económica y social y una mayor resiliencia.