Un fenómeno conocido como “espejo sucio” podría contribuir en el cambio climático
Recientes investigaciones revelaron un fenómeno preocupante que podría acelerar el cambio climático y es la disminución del albedo terrestre, conocido como el “espejo sucio” de la tierra. Este término o fenómeno se refiere a la reducción significativa de la capacidad del planeta para poder reflejar la luz solar de vuelta al espacio, lo cual resulta en una mayor absorción de calor y un incremento en las temperaturas globales.
Un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters por científicos de la Universidad Reading, liderado por el profesor Richard Allan, se destacaron cuáles son esas áreas nubladas sobre los océanos que reflejan menos luz solar comparada con décadas anteriores. Este oscurecimiento se observó en algunas regiones, como en las costas de California y Namibia, así como en los márgenes de la Antártida. La disminución del hielo marino en estas zonas permitió que los océanos absorbieran más energía solar, por esto se acelera el calentamiento global.
Asimismo, el profesor Allan explicó que en un inicio se planteó a la tierra como un espejo que rebota la luz solar hacia el espacio. Pero con el tiempo se dio cuenta como aquel espejo se ensuciaba, principalmente en los océanos, donde en la actualidad las nubes cambiaron. Es por esto que se entiende que hoy en día se absorbe más energía solar de la que se refleja, lo que suma más al calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin tener en cuenta, la reducción de la contaminación del aire en regiones como el este de China, que desde hace algún tiempo presentan un efecto inesperado en el albedo terrestre. Otro ejemplo importante es que aunque se haya disminuido el uso de aerosoles, este mismo también contribuye a que más luz solar atraviese la atmósfera y llegue a la superficie terrestre, que aporta al calentamiento global. De esta manera, se plantea un gran desafío, ya que las políticas ambientales deben equilibrar la calidad del aire con los efectos climáticos a largo plazo
La pérdida de hielo en el Ártico es otro factor crítico en la disminución del albedo. De hecho, hay registro de que desde 1979, el Ártico perdió aproximadamente 80.000 km² de hielo por año, y se prevé que el primer día sin hielo en esta región del mundo podría ocurrir antes de 2030. Esta reducción de la cubierta de hielo disminuye la capacidad que tiene la tierra de reflejar la radiación solar y esto conduce a mayor calentamiento regional y alteraciones en los patrones climáticos globales.
La comunidad científica está alarmada por estos cambios y no es para menos, pues la desaparición de nubes y la disminución del hielo marino, son señales de un sistema climático en plena transformación, con consecuencias con un potencial devastador para los ecosistemas y las sociedades humanas. La necesidad de comprender y mitigar estos fenómenos es bastante urgente debido a que el “espejo sucio” de la tierra refleja una realidad que no se puede evadir y todo como consecuencia a nuestras acciones que alteran el equilibrio energético del planeta.