Reducir las sobras del agro evitaría la sedimentación de la cuenca del río Campoalegre con manejo tecnificado
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Reducir las sobras del agro evitaría la sedimentación de la cuenca del río Campoalegre con manejo tecnificado

Los desechos agrícolas de los cultivos, como la cascarilla de café, el endotallo de plátano o las papas defectuosas, y el estiércol bovino, se arrojan al cauce sin un debido tratamiento
Río - Colprensa
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Una investigación realizada por Angélica Betancourth Arias, ingeniera civil con magíster en ingeniería en recursos hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) en la sede de Manizales, explicó cómo prevenir y reducir la actual sedimentación que hay en la cuenca del río Campoalegre.

Esta cuenca es una zona compartida por varios departamentos, monitoreada por las Corporaciones Autónomas Regionales de la Comisión Conjunta, que es responsable de su manejo, distribución y planeación. Es un área reconocida por su gran biodiversidad y abastecimiento, ya que suministra los acueductos de Santa Rosa de Cabal (Risaralda), Palestina y Chinchiná (Caldas).

Aparte de su gran aporte a estos municipios, la cuenca de Campoalegre es la materia prima que se mantiene para generar energía de la Central Hidroeléctrica de Caldas (Chec), aparte que se le da uso en el riego de pastos para cultivos y cosechas.

Por los grandes beneficios que aporta, es necesario darle prioridad a las dificultades que envuelven a este recurso. Uno de los principales problemas que presenta, son las sedimentaciones naturales, que son partículas del suelo que, al estar sueltas, terminan residiendo en el fondo de un cuerpo de agua, para garantizar el funcionamiento y protección del río, proponen una estrategia de tecnificación del campo para reducir este efecto.

Según explica Unal, a pesar de que la erosión del suelo es un proceso natural que se presenta generalmente en las zonas de ladera, hay factores externos que afectan o provocan directamente estas incidencias como la tala indiscriminada, la transformación del suelo causado por actividades económicas agrarias y pecuarias.

Todas estas labores no solo incrementan la producción, sino que impulsan el traslado de sedimentos como son arena, arcilla, limo, entre otras partículas, a cuerpos de agua. “Además de los sedimentos naturales, los desechos agrícolas de los cultivos, como la cascarilla de café, el endotallo de plátano o las papas defectuosas, y el estiércol bovino, se arrojan al cauce sin un debido tratamiento o proceso de depuración, lo que provoca su aumento y acumulación a lo largo de la cuenca, situación que genera un desequilibrio entre la distribución y el aprovechamiento del agua”, comentó Betancourth.

Es por estas situaciones que se recomienda, según Betancourth , tecnificar las actividades agropecuarias. Esta es una estrategia que reduciría 66 % la generación de sedimentos sobre el río. “El aumento de sedimentos impacta en el abastecimiento de agua a las comunidades de las veredas San Juanito (y su Junta de Acción Comunal), Campoalegre, Guacas, La estrella y Guaymaral. Ante los retos que impone esta situación, lograr una buena administración del agua exige implementar estrategias de planificación de los recursos hídricos”.

“Esta cuenca produce 9.572.752 m3 por mes. La comunidad utiliza 44% del líquido, equivalente a 4.212.010 m3 por mes, pero debería utilizar apenas 20 %, es decir, 1.914.550”, explicó Betancourth.

La investigadora realizó un análisis del volumen de agua y la cantidad que se le da uso, que al juntarse con los residuos provoca una desproporción, esto, según explico Unal, permite medir el riesgo de sostenibilidad en niveles alto, medio y bajo. Como resultado se revela que la cuenca tiene su parte más alta a los 4.795 msnm y a los 830 msnm, finaliza como la parte baja, lo cual influye en el flujo de agua.

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