Proyecto de inteligencia artificial predeciría el ataque de termitas a árboles y cultivos
Felipe Benavides, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (sede Tumaco), y un grupo de estudiantes de la misma institución, lideran una iniciativa con la que pretenden usar la inteligencia artificial para predecir el ataque de termitas a diferentes especies de árboles y cultivos. Este trabajo también contó con la participación de la profesora Olga Patricia Pinzón, experta en termitas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Con estos sistemas de predicción se pretende diseñar estrategias y planes de manejo ambiental en lugares donde estos insectos son considerados plaga para evitar pérdidas económicas en bosques de eucalipto o acacias y cultivos como cafetales, frutales, caña de azúcar o palmas.
La investigación contempla la importancia de estos animales, pues también se alimentan de hojas caídas y regulan la humedad, lo que los hace de importancia para mantener el equilibrio los ecosistemas tropicales y proteger los nutrientes del suelo.
Estos animales también se conocen como termitas cabezas de cono, de las cuáles se conocen 13 especies, consideras de las más abundantes. Sus nidos son de color marrón a negro y están hechos de un tipo de cartón que nace de la madera que mastican y una mezcla de excremento.
El estudio buscar dar respuesta a cuáles árboles prefieren las termitas del género Nasutitermes para la construcción de sus nidos, qué especies y características morfológicas tienen los árboles de su preferencia, qué condiciones de hábitat prefieren y qué árboles tienen mayor probabilidad de ser infestados en el futuro.
La pesquisa combinó muestreo y medición de variables en campo, sistemas de información geográficos, análisis e interpretación de imágenes satelitales, aplicación de algoritmos predictivos de inteligencia artificial (como Gradient Boosting) y análisis de clúster.
Benavides explicó que, de las 13 especies de árboles presentes en el campus de la sede Tumaco, “las termitas se asocian, especialmente, con el yarumo y el balso, por sus condiciones morfológicas, ya que sus maderas son relativamente suaves, lo que se facilita su ingesta y digestión, además tienen troncos anchos, que les permite construir nidos grandes y estables, y están ubicados en espacios que les ofrecen mayor diversidad de coberturas de suelo”.
Los algoritmos les permitieron predecir cuáles serán los árboles infestados en uno o dos años, con diferentes niveles de probabilidad.
“Con los estudiantes decidimos aplicar la metodología del aprendizaje basada en proyectos, una estrategia en la cual ellos estudian en un contexto real, a través de la formulación y ejecución de un proyecto de investigación, cuyos resultados serán publicados en una revista científica especializada”, dijo.
Liseth Lara, profesional de apoyo del Sistema de Gestión Ambiental de la sede Tumaco, aseguró que “dicho sistema está inmerso en la política ambiental de la Unal, para la cual es esencial proteger el entorno natural por medio de programas ambientales y la interacción con la comunidad universitaria; por tanto, este aporte será muy valioso en la consolidación de una cultura ambiental”.