Proponen plan a tres años para recuperar los ecosistemas del río Cauca
Casi dos meses han pasado desde el cierre de la última compuerta de Hidroituango; una decisión apresurada que debió tomar la Junta Directiva de la obra, previendo la seguridad de las comunidades aguas abajo y, a la vez, del proyecto.
Esto produjo que el caudal del Cauca bajara su nivel en 80% y murieran cerca de 90.000 peces, daño ambiental que tardará años en volver a sus condiciones normales.
Ante este panorama, EPM anunció un convenio con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), entidad encargada de ejecutar la política pesquera en todo el territorio nacional. “Vigilamos los dos océanos, 55.000 kilómetros de ríos, 25.000 ciénagas, lagunas y embalses, etcétera”, dijo su director general, Nicolás del Castillo Piedrahíta.
El convenio busca generar acciones y trazar una ruta para recuperar específicamente el recurso pesquero en la cuenca media y baja del Cauca, en una extensión de 200 kilómetros, según Del Castillo.
¿Qué se hará?
Se definieron nueve líneas de trabajo que parten de la creación de una mesa técnica de expertos, provenientes de entidades como el Instituto Humboldt; las universidades Javeriana, de Córdoba y Nacional; la Piscícola Santa Cruz, el Parque Explora y las fundaciones Natura y Humedales.
“Otro punto es el rescate y la conservación de los individuos parentales (peces progenitores), para poder guardar la variabilidad genética del recurso pesquero”, explicó Ana Milena Joya, gerente ambiental y social de EPM.
También se adelantarán procesos de investigación y se harán trabajos de sensibilización y educación ambiental con los pescadores de la zona, quienes ya fueron carnetizados por la Aunap.
“Se fortalecerán las asociaciones de pescadores, para que cada vez más sean un canal que aliente la productividad de sus actividades, pero con proyectos que realmente sean viables”, afirmó Joya.
De acuerdo con el director de la Aunap, en esa zona del río se explotan 11 especies de peces que tienen valor comercial, pero se pueden llegar a explotar hasta 24.
Proceso lento
Andrés Botero Posada, ingeniero forestal de la Universidad Nacional, hace parte de un proyecto de restauración ecológica en el área de influencia de Hidroituango.
El proyecto responde no solamente a siembra de árboles, sino que se planean estrategias para la recuperación de los hábitats, tanto en bosque seco como bosque húmedo. Sin embargo, Botero explica que el cambio solo se verá a largo plazo.
“Estos ecosistemas viven bajo condiciones duras, de extrema sequía durante tres o cuatro meses. Además, actividades como ganadería y minería complican aún más el panorama”, dijo el ingeniero.
Reparación social
Comunidades ribereñas han sido golpeadas por el desequilibrio ambiental. Pesca y oro son el fruto del río con que personas han subsistido durante todas sus vidas.
“La agricultura en esta zona es poca, el café se cultiva en algunos sectores, ganadería ya no se puede hacer porque la tierra la compró EPM, y hay unos proyectos para otros sistemas productivos que aún no se han desarrollado”, afirmó Botero Posada.
Por su parte, Guillermo Escobar Castro, subdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), afirmó que desde mayo de 2018 trabajan en los municipios impactados, para que puedan generar condiciones de productividad y sostenibilidad adecuadas.
Avanzan trabajos en Hidroituango
El gerente general de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, explicó que el proceso en casa de máquinas va bastante adelante. Explicó que el nivel de inundación está en la cota 204, por lo que faltan 7 metros todavía por desinundar ya que se debe llegar a la cota 197. La estructura del techo de la caverna está en buen estado, pero toda la maquinaria instalada está bastante afectada. También se inició el realce adicional de la presa, “que estaba en la cota 418 pero ya empezamos el proceso para subirla a la cota 435”, subrayó Londoño. Por el vertedero continúan saliendo entre 800 y 1.000 m3 de agua.