Las regiones del país que se deben empezar a preparar para la temporada de lluvias
Desde mediados de febrero en el centro del país se han presentado bajas temperaturas y lluvias, lo que según la directora general del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Yolanda González, se debe a que las condiciones del Fenómeno La Niña permanecen.
Esto, se suma a otros dos motivos: “Un debilitamiento en los vientos alisios (comunes en las regiones intertropicales), coincidiendo también con un incremento de la actividad de la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (ZAS)”, dijo la directora del Ideam.
Estos factores han implicado que se favorezca el ingreso de humedad y precipitaciones desde Brasil, y de esta forma, se incrementara el promedio de lluvias en zonas de las regiones Andina, Pacífica y piedemonte llanero a un nivel superior del normal. El director de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (Ungrd), Eduardo José González, señaló que durante febrero se generaron afectaciones “por lluvias atípicas en varias zonas del país, sin embargo, con la llegada de marzo se dio inicio al periodo de transición entre la temporada seca y la primera temporada de lluvias de este año, la cual ha venido generando situaciones de calamidad en varias zonas del país”.
Por esto, tanto los organismos de gestión de riesgo como los agricultores, población que vive las implicaciones de la temporada de lluvias, deben empezar a prepararse para las condiciones meteorológicas del segundo trimestre del año. Según la directora del Ideam, durante abril y mayo las lluvias se intensificarán en el centro-sur del país. Las precipitaciones más intensas se darán en la región Andina, especialmente en el centro y sur, y en la región Pacífica seguirán las lluvias abundantes, e incluso, incrementarán.
Lo mismo sucederá en el sur de la Amazonía y en el occidente y sur de la Orinoquía, donde se presentará un incremento gradual de las precipitaciones. En abril se esperan lluvias sobre lo normal especialmente en Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, Antioquia y al sur de la región Caribe: Sucre, Bolívar, Cesar y Córdoba.
Y en mayo, que es uno de los meses más lluviosos, lloverá sobre lo normal en Orinoquía, Amazonía y el Pacífico. Aunque las lluvias se dan en muchas regiones, algunos de los departamentos más vulnerables ante sus consecuencias, son Norte de Santander, Santander, Cundinamarca, Boyacá, Antioquia, Tolima, Huila, Valle y Nariño, Meta, Putumayo y Caquetá.
En el centro y norte de la región Caribe (La Guajira y Magdalena) puede haber déficit de lluvia, y en el archipiélago de San Andrés predominará el tiempo seco, aunque el pronóstico del Ideam no descarta que se den lluvias en marzo.
Así como hay algunas zonas más susceptibles a los efectos de la temporada, también hay algunos cultivos que son más propensos a verse afectados por las lluvias. De acuerdo con el decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias de la Fundación Universitaria del Área Andina, Eduardo Mora Bejarano, algunos de los principales cultivos que se afectan en estas épocas son la papa, la yuca, el arroz, la lenteja y la cebolla larga, “que al tener raíces muy superficiales las vuelve susceptibles a cambios en la disponibilidad de oxígeno o nutrientes para su metabolismo, y terminan muriendo por eso o por el ataque de patógenos “, explicó el Decano.
Considerando el pronóstico de lluvias para los próximos meses, explicó que en las zonas llanas de departamentos como Valle del Cauca y Antioquia; además del alto volumen de lluvia que cae, se suma el posible desbordamiento de los ríos aledaños tal como sucedió en Murindó. Con esto, además de afectarse el sector agrícola, se impacta todo el sistema silvopastoril.
Mora destacó que uno de los efectos que llegan con el incremento de lluvias, es que se alargue el tiempo de prevalencia de las enfermedades en los cultivos, lo cual a su vez influye en la salud pública porque al consumirlos “los productos pueden tener algún riesgo de inocuidad y no ser tan agradables a la vista y al gusto”. Y por otro lado, la producción agrícola también se impactará a través de especies asociadas a la polinización y floración de plantas productoras de frutas.
Mora destacó que uno de los efectos que llegan con el incremento de lluvias, es que se alargue el tiempo de prevalencia de las enfermedades en los cultivos, lo cual a su vez influye en la salud pública porque al consumirlos “los productos pueden tener algún riesgo de inocuidad y no ser tan agradables a la vista y al gusto”. Y por otro lado, la producción agrícola también se impactará a través de especies asociadas a la polinización y floración de plantas productoras de frutas.
¿Cómo proteger los cultivos ante esta temporada?
Luis Vanegas, ingeniero agrónomo de Geoambiente, explicó que al permanecer el suelo húmedo se dañan las raíces, por lo que recomienda realizar drenajes, y dado que en esta temporada empiezan a darse problemas de hongos, se debe aplicar fungicidas y para que el agricultor no pierda su inversión, debe aplicarlo y que no llueva en las tres horas posteriores, o si no, el químico se irá con las corrientes de agua.
La investigadora de Agrosavia, Leidy Deantonio Florido, le sugiere a los agricultores conocer el concepto de Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI), el cual abarca estrategias como la 'Gestión integral del riesgo', esta "implica conocer factores determinantes del territorial o ámbito local y regional de los sistemas agropecuarios, y permite evaluarlos o analizarlos para proyectar estrategias de adaptación, principalmente, la planificación y manejo integrado de los cultivos o especies pecuarias", explicó.
Deantonio a su vez recordó que los factores que configuran el riesgo están en tres ejes, la amenaza, que son los fenómenos meteorológicos, la vulnerabilidad que incluye los aspectos socioeconómicos y nivel tecnológico; luego está la exposición, que se refiere a "la frecuencia e intensidad con la que el sistema agropecuario está expuesto a la amenaza, y está determinado principalmente por aspectos biofísicos, es decir, por las condiciones agroecológicas".
También se debe complementar la protección con la 'Gestión del conocimiento', lo cual hace referencia a estar informado oportunamente de las predicciones climáticas que brindan las entidades oficiales como el Ideam o del Ministerio de Agricultura, con lo cual "es posible prever la magnitud de las temporadas de altas lluvias, y con ello planificar de mejor manera aspectos al alcance de los productores", concluyó la investigadora.
Algunos de estos factores que están en las manos del productor agropecuario es :la programación de fechas de siembra y/o cosecha, de fertilización y de prácticas agronómicas; adecuación de drenajes, plan de manejo integrado de plagas y enfermedades, diversificación de especies y conservación y transformación de productos; y preparar bloques multinutricionales para la alimentación del ganado.