Inauguran nuevo laboratorio para estudiar y proteger la fauna y flora de la Región Andina
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Inauguran nuevo laboratorio para estudiar y proteger la fauna y flora de la Región Andina

Esta estación tiene 12,5 hectáreas de bosque en recuperación, invernadero, laboratorio de ciencias, un aula con recursos tecnológicos, cerca de 100 insectarios, entre otras áreas
Laboratorio - Universidad del Rosario
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La Universidad del Rosario inauguró un nuevo laboratorio de investigación para estudiar y proteger la flora y fauna del centro del país, en su estación experimental José Celestino Mutis, ubicada entre La Vega y Sasaima, en Cundinamarca.

Esta estación tiene 12,5 hectáreas de bosque en recuperación, invernadero, laboratorio de ciencias, un aula con recursos tecnológicos, cerca de 100 insectarios, entre otras áreas. También puede albergar a grupos de 30 investigadores y/o estudiantes.

Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, dijo que la zona andina no tiene suficientes estudios sobre la caracterización de la flora y fauna, pese a que es una de las más biodiversas. También agregó que esta región tiene grandes presiones por las actividades agrícolas y turísticas.

“En este laboratorio podemos desarrollar actividades como extracción de ADN, amplificación de genes y la caracterización genética de la biodiversidad que encontramos en esta región de Cundinamarca”, agregó Cheyne.

Este laboratorio tiene características únicas en la zona, según Carolina Pardo, decana de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario. “Queremos poner esta infraestructura a disposición de las instituciones educativas de los alrededores para que sus estudiantes puedan tener prácticas de vanguardia como parte de sus currículos de estudio”.

Laboratorio - Universidad del Rosario

Según la decana, con la infraestructura del laboratorio se pueden hacer procedimientos para análisis genéticos de la biodiversidad de la zona como extracción y amplificación de ADN. “Podemos combinar este conocimiento con los datos de caracterización ecológica y climática que también desarrollamos en la Estación”.

Hay más de 1.000 estaciones de campo con infraestructura apta para actividades de educación e investigación, aunque la mayoría están ubicadas en Estados Unidos y Europa.

“En el país las estaciones normalmente están ubicadas en la Amazonía o en la Orinoquía, donde hay una biodiversidad muy rica. Pero queremos apostarle a crear reservorios de conservación para especies cuyo hábitat esté potencialmente amenazado y que así puedan encontrar un lugar de supervivencia, como es el caso de Cundinamarca”, añadió Pardo.

El plan de la institución es identificar en el largo plazo las potenciales reservas que estén cerca a la estación y establecer corredores de conservación que peritan que las especies puedan tener conectividad y garantizar su supervivencia.

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