El Oceanic Niño Index advierte que la temporada de sequía sería mucho más intensa y duraría más
A medida que entra El Niño a los trópicos del pacífico, su alcance y duración parece ser más fuerte de lo que se habría estimado. El pronóstico de magnitud de El Niño medido por el 'Oceanic Niño Index' del Columbia Climate School advirtió que la sequía sería más intensa y duraría más. El nuevo pronóstico sugiere que el pico sería en diciembre y que se extendería hasta abril.
"Esto es un obstáculo para bajar la inflación", explicaba Andres Langebaek, director Ejecutivo Estudios Económicos en Grupo Bolívar.
El Oceanic Niño Index mide los diferenciales estimados en la temperatura del Océano Pacífico en dos estaciones metereológicas lejanas. "Es un buen predicador de la intensidad de El Niño", continúa Langebaek.
El índice propone que en diciembre de este año se alcanzaría la temperatura oceánica más alta (1,84 centígrados) y que las altas mediciones se extenderían hasta abril bajando a 0,81 Centrígrados.
El cambio ha sido drástico, ya que solo el mes pasado se habría estipulado la extensión de la sequía hasta marzo de 2024. Según el último reporte, esta duraría hasta abril.
La actividad económica de El Niño es impactada por sequías
Una investigación dirigida por Klaus Kaempfe, director regional de Portafolio de Credicorp Capital, durante el Investor Conference 2023, describía la afectación de los departamentos y actividades económicas con mayor impacto de El Niño en Colombia.
Las principales regiones sería Magdalena, Atlántico, Cesar, Cauca, y La Guajira. "Las variables dentro de la investigación arrojaban que estas regiones también son las de mayor informalidad, con más del 50% de la población en esta condición. Lidera el departamento del Cesar y La Guajira con 63,9% de informalidad laboral, seguida del Magdalena con 62,9%, Cauca 58,9% y Atlántico 54%", decía Kaempfe.
Las actividades económicas afectadas de esta región serían agro y pesca; manufactura; comercio; energía y construcción.
"La matriz de riesgo para Colombia con el fenómeno de El Niño es un espacio fiscal limitado, y con un riesgo fiscal alto", añadía el directivo. Y es que esto se explicaba porque el país, de junio a marzo, incrementa sus niveles de riesgos inflacionarios y de crecimiento derivados de los menores rendimientos de los cultivos y la escasez de energía hidroeléctrica.