El cambio climático preocupa a las hambrientas mariposas griegas y a su tamaño real
En un recinto controlado de un zoo de las afueras de Atenas, mariposas multicolores chupan zumo dulce de rodajas de naranja, libres de los peligros de un clima cambiante en el exterior que amenazan a las poblaciones de Grecia y de todo el mundo.
El aumento de las temperaturas dificulta la vida de las mariposas en Grecia, donde viven unas 237 especies. El alimento es más escaso, los periodos de floración son más cortos y los expertos sospechan que las mariposas son cada vez más pequeñas.
El problema se repite en todo el mundo, incluso en México y Gran Bretaña, donde el número de algunas especies ha disminuido drásticamente.
"El cambio climático está afectando a las mariposas... que dependen de la temperatura para realizar actividades esenciales como el apareamiento, la reproducción, el crecimiento y la alimentación", explica Konstantinos Anagnostellis, ingeniero agrónomo.
Anagnostellis forma parte del equipo de un proyecto de investigación llamado Meiosis-palabra griega que significa encogimiento- de la Universidad griega de Ioannina. Consiste en medir el peso corporal de más de 50.000 especímenes de mariposa a lo largo de un siglo para elaborar un modelo de la disminución de su tamaño corporal en respuesta al cambio climático.
El calor obliga a las mariposas a volar a lugares más frescos donde hay menos comida. El empeoramiento de los incendios forestales en Grecia también reduce el acceso al alimento debido a la pérdida de praderas, explica Anagnostellis.
"Si se queman estas plantas, hay riesgo de mortalidad directa para las larvas, y puede que no tengamos mariposas adultas para reproducirse, lo que las obliga a emigrar a otras zonas".