Contaminación global aumenta y no alcanzará pico antes de 2040
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Contaminación global aumenta y no alcanzará pico antes de 2040

Los hallazgos en el informe anual de la Agencia Internacional de Energía pintan una perspectiva sombría para los esfuerzos por controlar el cambio climático
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La contaminación global por gases de efecto invernadero aumentó por segundo año, con lo que termina un momento de calma en las emisiones y el mundo se dirige a mayores aumentos hasta 2040, a menos que los gobiernos tomen medidas radicales.

Los hallazgos en el informe anual de la Agencia Internacional de Energía pintan una perspectiva sombría para los esfuerzos por controlar el cambio climático y marcan un revés para el movimiento ambiental cada vez más vocal.

El informe señala que los niveles de emisiones tendrían que comenzar a caer casi de inmediato para alinear al mundo con las ambiciones del Acuerdo de París de limitar los aumentos de temperatura muy por debajo de los 2 grados Celsius desde la revolución industrial. En cambio, el escenario más probable de la organización muestra que las emisiones netas no llegarán a cero hasta al menos 2070, o 20 años después de la fecha límite sugerida por los científicos del clima.

El fuerte crecimiento económico, la creciente demanda de electricidad y las ganancias más lentas en la eficiencia contribuyeron a un aumento de 1,9% en las emisiones de dióxido de carbono de la energía en 2018, dijo la AIE en un informe publicado el miércoles.

Es otra indicación de que los esfuerzos para alejar al mundo de los combustibles más contaminantes se están moviendo demasiado lentamente para tener un impacto importante en la preservación del medio ambiente. Si bien las industrias eólica y solar están en auge, la sed de energía del mundo en desarrollo también está elevando el consumo de carbón y otros combustibles fósiles, empujando más contaminación a la atmósfera.

El informe de este año también pone fin a la idea de que la contaminación ya podría haber alcanzado su punto máximo. De 2014 a 2016, el crecimiento de las emisiones de carbono tuvo una pausa. En 2017 volvió a subir, y luego nuevamente el año pasado, las últimas lecturas sobre gases de efecto invernadero que la AIE ha recopilado.

Las protestas en todo el mundo por la inacción de los gobiernos y la falta de urgencia sobre el cambio climático han provocado un movimiento de los legisladores para establecer objetivos netos de emisiones cero, particularmente en Europa. Su ambición es equilibrar el crecimiento en el mundo en desarrollo y desplegar tecnología que absorba la contaminación inevitable.

Si bien esas acciones han captado la imaginación del público en las naciones occidentales, los países de Asia y África continúan recurriendo incluso a los combustibles más sucios para impulsar su crecimiento.

Los países en desarrollo han desplegado más plantas de carbón, incluso cuando los países industriales trabajan para eliminar el combustible, un legado que se sentirá en los años venideros, ya que las plantas de energía son construidas para funcionar durante décadas.

La demanda mundial de carbón aumentó por segundo año consecutivo en 2018. Tres cuartos de eso provino de la región de Asia Pacífico. Si las políticas mundiales de carbón no cambian, la demanda seguirá expandiéndose durante dos décadas, dijo la AIE.

La AIE dice que los recortes rápidos en las emisiones son necesarios para evitar que las ganancias de temperatura superen el hito de 2 grados. Si la contaminación alcanzara su punto máximo ahora, habría una probabilidad de 66% de mantener el aumento promedio global por debajo de 1,8 grados. Eso requeriría una “concentración precisa para reducir las emisiones globales”, asegura Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE.

“Algo no está bien con el sistema cuando las inversiones en combustibles fósiles continúan a pesar de que, según el Acuerdo de París, se supone que se eliminarán gradualmente para 2050”, asegura Mette Kahlin McVeigh, directora del Programa Climático del grupo de investigación sueco Fores. “O las políticas son demasiado débiles o el mundo simplemente no cree que deba cambiar”.

La AIE reiteró la necesidad de la captura, el uso y el almacenamiento de carbono para contribuir a reducir las emisiones. Los gobiernos y la industria han expresado cada vez más la necesidad de tecnología que absorba el CO2, con varios estudios de factibilidad y piloto que apuntan a iniciar proyectos a gran escala en una década.

La AIE considera que el negocio capturará 2.800 millones de toneladas de CO2 al año para 2050, en comparación con los 700 millones de toneladas anuales en 2030. Será necesario reacondicionar alrededor de 170 gigavatios de plantas de carbón para mediados de siglo a fin de hacerlo realidad.

“Esto requiere una gran coalición que abarque gobiernos, inversionistas, empresas y todos los demás que se comprometan a enfrentar el cambio climático”, asegura Birol.

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