“Ya empezamos los procesos clave para poder descentralizar Corabastos con orden”
Hace casi tres semanas la Vicepresidencia de la República propuso el plan de descentralizar Corabastos. La iniciativa busca tener otro espacio en Bogotá, con el respaldo administrativo de esa central de abastos, para que las personas eviten ir hasta la sede que hoy queda al suroccidente de la capital; es decir, crear un brazo de la Corporación, y así reducir aglomeraciones.
Esto se da por varias razones, inicialmente, como medida contra la propagación del Covid-19, pues hay que tener en cuenta que Corabastos, al ser la central más gran del país, día a día recibe por lo menos 1.000 camiones con alimentos. En adición, en días ordinarios más de 40.000 personas entran al lugar (entre compradores y vendedores, el equivalente al estadio El Campín totalmente lleno).
Mauricio Parra, gerente de Corabastos, explicó a LR que ya empezó ese proceso, pero dijo que se tarda por las implicaciones logísticas, y permisos jurídicos, pues según él “no es solo recibir un local y vender alimentos”.
¿Qué avances hay en el plan de descentralización?
Es un tema importante. Estamos haciendo la tarea como nos pidió la Vicepresidencia y los ministerios de Agricultura y Comercio. Lo que pasa es que esto tiene unos procesos. El Distrito tiene que revisar jurídicamente sus bienes, y bajo qué condiciones están. En eso hemos avanzado haciendo estudio de mercado, la viabilidad económica y social, porque es importante que esto se produzca en otra localidad para que las personas no tengan que desplazarse hasta la Corporación. Estamos viendo qué locales hay, todo eso es presupuesto.
¿Cuánto calculan que puede costar esa descentralización, y dónde estaría ubicado?
Aún no se tienen presupuestos porque es hasta que se tengan los lugares, y que se vea qué adecuaciones hay que hacer. Hay cuartos fríos que deben funcionar, servicios públicos, todo eso suma. En cuanto a la zona, se escogió la localidad de Lucero Alto. Hemos identificado la población, pero también es un formato mayorista, nada por minorista, porque para eso hay supermercados.
¿Alcanzaría a estar habilitado justo para estos días de prevención de la pandemia?
No hay una fecha exacta, sabemos que debe ser claramente este año, incluso podría ser este primer semestre. Pero hay que organizar jurídicamente los temas, los asuntos legales y notariales. La gente está trabajando desde sus casas, eso lo demora. La tarea la puso la Vicepresidencia y la estamos haciendo muy juiciosos, pero eso no es recibir un local y dotarlo, y ya empezar a vender alimentos. Aquí está detrás la marca de la Corporación. Por ejemplo, la seguridad, aquí en Corabastos hay convenios con la Policía, estamos seguros, pero si aquí nos tienen amenazados los extranjeros con hacer saqueos cómo será allá, hay que tener cuidado con todo eso.
Con la temporada actual, ¿cómo va el abastecimiento?
Están llegando más camiones, la Corporación no ha tenido disminución de alimentos. Por ejemplo, en promedio en temporadas normales al día se mueven 9.000 toneladas, hoy estamos en más de 10.000, incluso han llegado picos de hasta 14.000 toneladas.
Pero en marzo cuando hubo sobredemanda, se dispararon los precios, ¿eso ya debería estar controlado?
Estamos invitando que la gente venga de manera normal, y el mensaje es que si en Corabastos hay buena presencia de alimentos a buen precio, eso se tiene que ver en todos los lugares, en las grandes superficies, en las tiendas de barrio, etc. De nuestro lado hemos sido una administración en contra de la intermediación que especula y acapara, y si algo se presenta actuamos.
¿Qué balance hacen luego de varios días de haber implementado el Pico y Cédula para el ingreso de Corabastos?
De nuestra parte hemos tenido bastante control para evitar la aglomeración, incluso para que haya seguridad sanitaria no solo entre las personas que vienen a comprar sino entre los comerciantes y los equipos de ellos. Ya detectamos que un problema entonces es que como los centros comerciales tienen bancos cerrados, muchas personas vienen aquí a hacer transacciones, ya ni nosotros podemos usar los cajeros porque son colas interminables.
¿Y para ese problema qué medidas tomaron?
Ya le extendimos esto a la Superintendencia Financiera, esperamos que nos ayuden y que los gerentes de los bancos también piensen eso. Hay muchas personas que por eso ven a Corabastos, no para comprar alimentos sino para hacer sus operaciones bancarias. Una gran cantidad se ve por esta zona para cobros de programas sociales, no deberían permitirlos aquí si es solo por eso, para ello puede haber otras alternativas.