Uso de semillas piratas en cultivos subió 25% y las ventas llegan a $1 billón al año
El uso de semillas piratas en la producción y comercialización de varios cultivos en el país se incrementó 25% en el primer semestre del año, lo que tiene en jaque a la producción de semillas certificadas.
De acuerdo con el gerente de la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología, Acosemillas, Leonardo Ariza, “en Colombia, en algunos cultivos, principalmente en arroz, soya, maíz y algodón, se está afectando la producción de estos productos por el uso de semillas piratas que no son reconocidas ni certificadas por la autoridad sanitaria que en este caso es el ICA”.
El dirigente gremial señaló que “el problema es muy grave porque cálculos que hemos hecho, nos arrojan cifras cercanas a $1 billón al año en ventas de estas semillas piratas, eso es una cifra escandalosa”.
Ariza explicó que por ejemplo en el tema del arroz, “hay algunos grupos de productores que, en vez de llevar el arroz a los molinos, como debiera ser, lo tratan como si fueran semillas y eso no debería ser así porque la semilla certificada se obtiene de un proceso de investigación, de desarrollo, que dura en ocasiones hasta cinco años para sacar una variedad al mercado, y en esas investigaciones se alcanza la calidad genética, física y resistencia a plagas necesaria para ofrecer garantía al mercado”.
Según la Asociación, el uso de estas semillas piratas puede poner en riesgo la seguridad alimentaria del país.
“Cuando se venden semillas piratas no hay garantía porque el proceso ya se cumplió con la producción de ese cultivo del que salió. La semilla de buena calidad es la base de 40% del rendimiento del cultivo, es decir, que ya empezando la siembra del cultivo con una buena semilla, se tiene garantizado ese porcentaje de éxito, el resto depende de una buena práctica agrícola, riego, fertilización y control de plagas”, comentó Ariza.
Ahora, contrario a lo expuesto por Acosemillas, el viceministro de Asuntos Agropecuarios del Ministerio de Agricultura, Juan Gonzalo Botero, afirmó que “el uso de semillas piratas genera una reducción en el rendimiento del cultivo, pero tampoco para llegar a asegurar que está en riesgo la seguridad alimentaria del país”.
Por su parte, el subgerente de Protección Vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, Herberth Matheus Gómez, indicó que “cuando hacemos el control estricto a la ilegalidad de semillas, a veces la queja es que no hay disponibilidad de semillas certificadas y eso sí afecta con la seguridad alimentaria del país.
No obstante, Gómez señaló que “desde el ICA hemos venido haciendo brigadas de detención de esas semillas piratas en el Valle del Cauca, en los Llanos Orientales y la Costa Atlántica porque las mayores quejas están en algodón, soya, maíz y arroz”.
En ese sentido, el subgerente del ICA, comentó que “hemos estado mirando en qué empresas están acondicionando estas semillas y de hecho, ya iniciamos algunos procesos sancionatorios en Cesar y Casanare”.