Usar bacterias en cultivos de cacao mejoraría en hasta 90% la injertación de plantas
Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), sede Tumaco, en conjunto con Agrosavia, encontró que usar ciertas bacterias en la producción de cacao aumenta en hasta 94% el éxito de injertación de plantas regionales.
Aunque el método todavía no se puede revelar por derechos de propiedad intelectual, el estudio demostró que, con pseudomonas, se mejoraría la capacidad de los cultivos de cacao para que las plantas tengan una mejor propagación y crecimiento.
El avance es importante porque en condiciones normales el éxito de estos procedimientos es de apenas 50% y dificulta el uso de la diversidad de Tumaco en sistemas productivos de Nariño.
La injertación es un método que permite propagar o reproducir una planta y se hace pegando pequeñas partes de la rama de una planta con una genética deseada a otra que no la tiene, para que la fusión les permita compartir propiedades.
En el proceso se utiliza una planta como el patrón y otra conocida como la copa; mientras que la primera proporciona la raíz, como soporte y proveedor de nutrientes, la segunda aporta lo que será el tallo, las hojas y la estructura reproductiva de la nueva planta.
Alejandro Caro Quintero, del Departamento de Biología de la Unal e integrante del proyecto, explicó que, en la mayoría de los injertos de materiales regionales, “los tejidos de la primera planta que se pegan a la otra no son asimilados por esta última y en consecuencia muere, lo cual se traduce en grandes pérdidas en los cultivos. Sin embargo, con el uso de ciertas bacterias, que se ponen allí como parte de la injertación, se disminuye el rechazo y se promueve el crecimiento vegetal entre ambos tejidos”.
Caro explicó que, cuando las plantas de cacao se sacan de su hábitat natural o silvestre, pierden gran cantidad de bacterias como las pseudomonas y aumenta la diversidad de microorganismos que no aportan los mismos nutrientes y beneficios.
“Es como si en una empresa se tuvieran 100 empleados realizando solo dos tareas, pero que son fundamentales, y de un momento a otro se disminuyera a 20 trabajadores que hicieran 10 labores que no son necesarias para la empresa. En el caso de las plantas evaluadas, la mayor diversidad de bacterias no ayuda, porque las que deben ser abundantes para el crecimiento no lo son”, explicó
La planta de cacao tiene su propio microbioma, producto de la herencia de las semillas madres a las hijas como del aprovechamiento de microorganismos en las raíces.
El experto dijo que, a pesar de que los estudios de laboratorio muestran que estas propiedades se pierden al mover las plantas de su contexto natural, este nuevo método es lo suficientemente efectivo como para que esto no pase.
“Le permite al cultivo mantener las bacterias, lo cual representa una vuelta a esos primeros momentos cuando la planta carga la diversidad microbiana que de verdad necesita”, agregó.
Cabe resaltar que en el proyecto estuvieron investigadoras de Agrosavia como la doctora Roxana Yockteng y los magísteres Deisy Toloza y José Ives Pérez.