"Un colombiano toma 330 tazas de café al año, unas 28 por mes aproximadamente"
A pesar de que ha aumentado la población, el consumo de café no sube al mismo ritmo y, aún así, un colombiano toma 330 tazas de café al año, unas 28 al mes, en promedio.
El presidente de Asoexport, Gustavo Gómez, dijo que las exportaciones de café acumulan una caída de 13% entre enero y septiembre, explicada por factores como la reducción de la producción por el fenómeno de La Niña y la mayor presión inflacionaria en los mercados internacionales.
Pero hay buenas perspectivas para lo que queda del año, pues se espera que, con la llegada del invierno en Europa y Estados Unidos, repunte el consumo, que estaría apalancado con una mayor producción en medio del fenómeno de El Niño.
¿Cómo está el consumo de café en Colombia?
La población ha venido incrementándose en Colombia y el consumo ha estado casi que estándar. Ahí tenemos una asignatura pendiente todos los que trabajamos en café. Por eso cuando se hacen iniciativas por la caída del precio, en lo que nos deberíamos enfocar es en cómo aumentar el consumo interno de café de calidad, es el único camino. En la medida en que tomemos más café, vamos a tener mayores ingresos para las familias cafeteras.
¿Cuánto es el consumo per cápita?
El consumo per cápita en Colombia está por debajo de Europa y Estados Unidos. Un colombiano toma 330 tazas de café al año, unas 28 por mes aproximadamente.
¿Cuáles son las perspectivas de las exportaciones?
Las exportaciones vienen cayendo 13%, pasamos de 8,5 millones de sacos a 7,4 millones en el periodo enero-septiembre de 2023 comparado con 2022, pero comienza a darse una tendencia hacia el final de año de recuperación.
¿Qué puede estar pasando? Lo primero es una reducción en la producción. Venimos de unos años de fenómeno de La Niña, y el mayor nivel de lluvias afecta la floración y la producción. ¿Este año qué sucede? Llega el fenómeno de El Niño y eso apoya el nivel de producción, entonces ya estamos viendo un incremento en la producción en este segundo semestre, y estamos viendo también un incremento en las exportaciones.
¿También hay un efecto internacional?
Los mercados internacionales tienen una presión inflacionaria muy alta, entonces vemos que la Unión Europea viene de la guerra entre Rusia y Ucrania, igual que Estados Unidos, que tiene un tema económico todavía en stand-by. Esto hace que los consumidores tengan que pensar en decidir si comprar un café de especialidad o comprar la carne, el pollo o el pan para el mercado, entonces eso pone presión hacia el consumo, y por supuesto se traduce en un menor nivel de exportaciones.
Esperamos que con la llegada del invierno en Europa y Estados Unidos, que son los principales mercados del café colombiano, el consumo de café repunte, con una estabilización en las tasas. Y eso también hace que se dinamicen las exportaciones en lo que queda del año y comenzando 2024.
¿Cuáles son sus expectativas de exportaciones al cierre del año cafetero?
Ya salió el estimado de producción, más o menos está entre 11 y 11,6 millones de sacos para este año calendario 2023. Más o menos la proporción es que entre 92% y 95% del café que se produce en Colombia se exporta, eso nos podría llevar a niveles cercanos a 11 millones de sacos cerrando 2023.
¿Qué es bueno y malo para el sector de tener un dólar alto?
Definitivamente es una buena noticia, nuestros ingresos en todas las exportaciones se promueven con un dólar alto. Sin embargo, hay que tener en cuenta también que los costos portuarios, los costos de comercialización, se encarecen, y también muchos agroinsumos son importados. Entonces, así como sube el precio de nuestro producto, también sube el costo de producción.
¿Qué otros mercados son interesantes para abrir en las exportaciones de café?
Estados Unidos es el principal mercado, el segundo es la Unión Europea. Hay que tener en cuenta que la UE está estableciendo un plan que se llama el Pacto Verde Europeo, que puede condicionar las exportaciones de café colombiano hacia ese mercado. En ese sentido, no es solo una buena idea, sino que es obligatorio comenzar a revisar los mercados. ¿Cuáles son los mercados estratégicos? Asia y Oriente Medio, que tienen países que no consumen usualmente café, pero que tienen unas poblaciones muy grandes, por ejemplo China.
¿Qué escalafón ocupa el país en producción global?
Entre los principales productores de café en el mundo están primero Brasil, segundo Vietnam y terceros vamos nosotros. Sin embargo, Brasil no es exactamente nuestro competidor, porque produce un café que es muy estándar, en cambio Colombia tiene un producto de mucha más calidad. En ese segmento diferente, nosotros estamos dentro de los suaves y somos el mayor productor de suaves lavados del mundo, ahí nos puede competir algo Centro América. El mayor productor de cafés especiales es Colombia.
¿Cómo incentivar la producción de café?
Brasil es el principal productor de café en el mundo, después sigue Vietnam. Y Colombia ha venido un poco estancada en sus niveles máximos de 14 millones de sacos, de ahí no ha podido pasar la producción. Hace unos años hubo una misión cafetera que recomendó la producción de café robusta en Colombia, lo que estamos viendo ahorita es que los clientes internacionales están demandando más café robusta y por eso el arbitraje, que es la diferencia entre el café arábiga y robusta, se está acercando mucho más.
En ese escenario, es muy interesante empezar a hacer los análisis. Esa investigación se inició, en Agrosavia se ha hecho una investigación en tres zonas del país, Caribe Húmedo, Llanos Orientales y Pacífico.
¿Qué ventajas podría traer eso? Se está estimando que podría generar una meta de 80.000 hectáreas de producción de café robusta. Eso a un rendimiento de 40 sacos por hectárea nos podría dar una producción de tres millones de sacos de café, adicionales a los que ya tenemos.
En café pasa algo muy interesante y es que existe una herramienta que se llama la garantía de compra, es decir, todo el café que se produce se vende. Que bueno sería que pudiéramos extender este beneficio a zonas como Llanos Orientales, que están en ese proceso de posconflicto y que este café robusta puede ser una oportunidad muy interesante.
Basados en todo esto, Colombia podría romper el nivel de 15 millones de sacos exportados de café, basándonos no solo en café arábiga sino en café robusta.
¿Entonces cuál es el potencial de Colombia en este mercado de café robusta?
Ya se está produciendo, ya hay campos de experimentación con unos rendimientos muy altos, es casi el doble del rendimiento del café arábiga. Hay que tener en cuenta que los precios son menores, pero es una oportunidad muy interesante para incrementar las exportaciones, nosotros vemos que podría ser un mercado de unos US$500 millones adicionales a los que ya mueve el café colombiano.
A inicios de noviembre inicia la edición número 87 de la Cumbre Cafetera. ¿Qué se puede esperar?
Vamos a traer a unos expertos internacionales para que nos cuenten un poco cómo está el panorama de oferta y demanda, pero no solo en Colombia sino en el mundo.
El otro tema, es que nos van a acompañar unos expertos de Bruselas que nos van a contar un poco sobre el Pacto Verde Europeo, qué es lo que tenemos que hacer, qué es lo que se está reglamentando y cómo se deben alinear los esfuerzos en Colombia para poder cumplir.
Nos van a acompañar el ministro de Hacienda y el gerente de la Federación para conocer un poco, dentro de ese entorno de grandes retos, cómo nos vamos a organizar, cuál va a ser la política pública para poder seguir haciendo rentable y sostenible la exportación de café colombiano.