Tras la aprobación de China para el acuerdo entre Viterra y Bunge aparecen exigencias
China confirmó su aprobación a la adquisición de su rival Viterra por parte de Bunge Global SA, pero describió varias condiciones, incluido el suministro continuo de cultivos clave a la nación asiática a un precio "justo".
La luz verde de Pekín, anunciada por Bunge el viernes, fue el último gran obstáculo para la conclusión del acuerdo de US$8.200 millones. Las acciones de Bunge subieron hasta 4,4 % en Nueva York el lunes, ampliando la ganancia de 5,7 % del viernes.
Aún así, un comunicado de la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China describió la gran participación del comercio de soja, cebada y colza con uno de los principales compradores del mundo que la compañía combinada controlará, lo que corre el riesgo de limitar la competencia.
Las autoridades antimonopolio exigieron a la empresa que suministrara dichos cultivos a clientes chinos a precios de mercado justos y de forma oportuna, fiable y suficiente. Una vez finalizada la fusión, también deberá informar trimestralmente al regulador sobre sus ventas mensuales a clientes chinos y compararlas con el promedio de 2021 a 2024.
Bunge y Viterra se comprometieron con las condiciones de un plan presentado al regulador chino este mes, dijo Samr.
China recurrió en el pasado a soluciones conductuales para abordar preocupaciones específicas del país, en ocasiones para apoyar políticas industriales o sectores estratégicos, y en ocasiones simplemente para preservar la competencia en el mercado. En otros países, las soluciones conductuales suelen considerarse difíciles de diseñar y supervisar.
Bunge, con sede corporativa en Misuri, es la B del llamado cuarteto Abcd de históricas empresas comercializadoras de materias primas agrícolas que dominan los mercados de cultivos. La compañía anunció la compra de Viterra en junio de 2023, en un acuerdo que se espera cree un gigante capaz de competir con las principales empresas del sector, como Cargill Inc.
Bunge había planeado inicialmente cerrar el acuerdo para mediados de 2024, pero el proceso se prolongó a la espera de las aprobaciones antimonopolio. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China contribuyeron en parte al retraso.
La empresa ya recibió aprobaciones clave en la Unión Europea y Canadá, donde existían preocupaciones sobre el impacto en la competencia. Argentina aún no está intervenido, pero las leyes antimonopolio del país sudamericano permiten que el acuerdo se complete, y cualquier medida correctiva podría requerirse posteriormente.