Se podría salvar de la extinción el frijol silvestre gracias al uso de injertos en la planta
El frijol silvestre, conocido científicamente como Phaseolus albicarminus y originario de Costa Rica, enfrenta una amenaza crítica de extinción debido a la urbanización, el cambio en el uso de suelo hacia cultivos como el café y la susceptibilidad que tiene ante los parásitos y hongos que existen. Sin embargo, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) han encontrado en la técnica del injerto una solución prometedora para su conservación, ya que se logró obtener las primeras semillas disponibles en décadas.
Quien tuvo parte de responsabilidad en este logro fue Ramiro Andrés Sabogal Carvajal, magíster en Ciencias Agrarias de la Unal, Sede Palmira, el cual estableció un método de reproducción asexual para así aumentar la población de frijol silvestre, sin la necesidad de depender de semillas originales.
Adicionalmente, en un estudio realizado en el banco de germoplasma “Semillas del Futuro”, del Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat) en Palmira, se evaluaron tres métodos tradicionales de propagación asexual que reciben el nombre de acodos, esquejes e injertos. Los resultados fueron reveladores debido a que los injertos lograron un 75 % del éxito en el prendimiento, significando que brotaron 25 % en acodos y el 16,6% en esquejes, superando a las otras técnicas.
Puntualmente, el proceso consistió en insertar segmentos de la planta de frijol silvestre en una de frijol común, aprovechando la compatibilidad que tienen ambas especies. Este enfoque no solo permitió la propagación exitosa de la especie silvestre, sino que también facilitó la obtención de semillas viables, algo que no se había logrado en mucho tiempo.
Con base en esto el investigador Sandoval afirmó que “una vez observamos que los injertos eran viables los trasladamos a la zona rural de El Cerrito en Valle del Cauca, donde el Ciat tiene dos estaciones experimentales de regeneración, una en Carrizal que se conoce como la finca Corrales y la otra en Tenerife en la finca El Moral”, relata el investigador Sabogal.
Frente a los resultados, se logró establecer que en total 53 plantas de frijol silvestre fueron distribuidas en distintas estaciones experimentales con el fin de seguir su proceso. A la fecha, el banco de germoplasma “Semillas del Futuro” ha logrado producir 7 semillas con esta técnica. Adicionalmente, por el uso de injerto el tiempo de floración se logró reducir de 12 a 8 meses, ayudando así a disminuir los costos del cultivo y acelerar la producción de semillas.
“Estos resultados contribuyen no solo a la preservación de esta especie en peligro, sino que también sientan un precedente en la propagación de otras especies de difícil reproducción, ya que la metodología de injertos y el uso de portainjertos resistentes pueden aplicarse a otras variedades críticas para fortalecer la biodiversidad global”, concluye el magíster.