Recomendaciones de ingenieros agrícolas para cultivar con menos cantidad de agua
La Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Colombia, entregó un reporte en el que estudiantes de esa institución se enfocan en explicar las opciones que hay para que los cultivos puedan ser tratados con menor cantidad de agua y así evitar desperdicios.
“La problemática real es la escasez del recurso hídrico, por lo que el sector agrícola debe optimizarlo en el riego y en otros componentes. A ello se suma el aumento de la población, lo cual enmarca otro reto para la agricultura: cómo producir más en poca área”, dijo Jheison Adolfo Guerrero, de Ingeniería Agrícola de la Unal, sede Palmira, quien, junto con su compañero Richard Lasprilla Velasco, participa en el proyecto “Manejo y uso eficiente del agua en la agricultura del Valle del Cauca como medida de adaptación al cambio climático”, dirigido por el profesor Enrique Alejandro Torres y codirigido por la profesora María Sara Mejía de Tafur.
Según los participantes, los agricultores se deben enfocar en estudiar las necesidades de agua de los cultivos, pues el cambio climático tiene un efecto importante en la agricultura y exige ir un paso adelante.
Por estas razones empezaron a atacar estas problemáticas estudiando rigurosamente las necesidades hídricas de las plantas y cómo se podría empezar a reducir las cantidades de agua utilizada.
Para estas mediciones se evaluaron tres surcos en los que se sembraron tres variedades de frijol: Phaseolus vulgaris (el más consumido), y Phaseolus lunatus y Phaseolus acutifolius (frijoles silvestres), los cuales se sembraron en condiciones de “casa de malla”, un tipo de carpa hecha con una tela especial.
En condiciones de campo, es decir por fuera de la casa de malla, trabajaron en una parcela de unos 300 m2 con la variedad Phaseolus vulgaris. Sobre estas muestras utilizaron sensores de humedad y tensiómetros (dispositivos que se introducen en el suelo) para sacar los datos necesarios en los análisis estadísticos.
Evapotranspiración del cultivo
El enfoque se basó en determinar –mediante el método FAO-56– la evapotranspiración del cultivo, es decir las pérdidas de agua que tiene la planta.
Para determinar dicha pérdida, los investigadores recolectaron datos de la transpiración de la planta y la evaporación del suelo, además de otros parámetros biofísicos que se obtienen con ayuda de una estación meteorológica.
También se utilizó una cámara visible y otra multiespectral para hacer seguimiento fotográfico del cultivo, con el fin de evidenciar el desarrollo de la vegetación en función del tiempo, además de obtener datos de reflectancia del cultivo, gracias a la incidencia de la luz solar.
Con estas herramientas de seguimiento se obtuvieron, entre otros datos, las variables atmosféricas, que les permiten establecer el consumo total del cultivo, “para ver si vamos afín con la aplicación diaria que se le da con el riego”, explicó el estudiante Guerrero.
En total, los investigadores realizaron ensayos en materas (con cobertura plástica y sin ella), y en parcelas dentro y fuera de la casa malla, con cobertura plástica.
Uno de los resultados más significativos es que en las que tenían cubierta plástica hubo un consumo de 2.586 ml para la etapa vegetativa del frijol, mientras que sin esta hubo un consumo de 6.404 ml, 60 % superior al del agua en la matera descubierta, por lo que el uso de la cubierta plástica se muestra como una herramienta a tener en cuenta para optimizar el agua.
Los resultados se relacionan con los revelados por los sensores de humedad, ya que la cubierta plástica retiene la humedad en el suelo y la conserva durante más tiempo.
Por último, se observó un crecimiento en la vegetación, con un aumento del 13 % en las primeras dos semanas, y de un 24 % en las siguientes dos semanas.
Cabe resaltar que este proyecto está en vigencia hasta diciembre del presente año. Actualmente los investigadores trabajan en el cultivo del maíz en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en Palmira (Valle).
Los resultados de este estudio también se socializaron en el X Congreso Latinoamericano y del Caribe de Estudiantes de Ingeniería Agrícola, celebrado en la Universidad de Chapingo, en Texcoco (México).