"Queremos producir girasoles a gran escala y seguir generando aún más empleos”

Para la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, la Ruta del Girasol, de momento, es un proyecto pensado para reactivar las microeconomías, al mismo tiempo que se genera empleo y se mueve el comercio local.
En Pital de Megua, donde se hizo el piloto turístico del cultivo, se reportaron ingresos de más de $100 millones, que apuntan sigan creciendo mientras se consolidan los cultivos.

¿Qué importancia tiene la Ruta del Girasol para todo este proceso de reactivación?

No hay nada más importante en una reactivación económica que el optimismo y la ganas de salir adelante; de hacer una inversión y gastar un recurso que de tranquilidad a la gente. En ese sentido, la Ruta del Girasol es también no solamente un ejercicio económico para pequeños agricultores y para negocios aledaños, sino también una muestra de optimismo.

¿En qué consiste ese modelo de agroturismo y cómo se ha beneficiado el departamento?

Estamos en un proceso de investigación desde el punto de vista agro, para ver qué tanto y qué tan factible es montar una producción a gran escala de girasol en el departamento del Atlántico, porque es una planta que necesita poca agua, pero adicional a esto tiene ese componente de que la gente le gusta ir a tomarse fotos, a conocer los cultivos y eso también reactiva esa microeconomía -no la macro- que estamos pensando con el tema agroindustrial, sino esa de estas zonas a través de artesanías, de la gastronomía, de empleos, y de todo lo que se generar alrededor de tener un cultivo habilitado para visitantes.

¿Qué inversión se ha hecho y cuáles son las expectativas con el plan ?

La inversión ronda aproximadamente $100 millones entre la semilla, la preparación de la tierra, la logística que se está realizando, en el acompañamiento técnico y en todo el apoyo a los pequeños agricultores; además de la logística para poder lograr que la experiencia en cada uno de los municipios donde está y estará el girasol permita la comodidad de la gente que lo va a visitar.

¿Cómo puede este modelo seguir generando empleo de manera sostenida?

Termina siendo un ejercicio logístico. La clave es entender que el girasol tiene un proceso y ese cultivo está habilitado dos semanas aproximadamente y es allí donde se generan muchos empleos. Cuando se convierte en ese atractivo agroturístico y en esas dos semanas es que se genera una microeconomía importante: los empleos indirectos: el personal de aseo, de servicios, los guías y adicionalmente lo que genera alrededor como el manejo del parqueadero, los mototaxistas que se encargan de llevar a los visitantes locales, las empresas de transporte que trasladan a los turistas. Para que sea constante, tendríamos que tener siempre sembrado girasoles y este es un cultivo de corto plazo, y precisamente es allí donde está el reto y es lo que estamos investigando con la puesta en marcha de este plan piloto.

¿Han reportado ingresos en turismo y comercio los municipios que componen la ruta del girasol?

Hasta el momento, tanto en Baranoa como en Malambo, se han podido generar ingresos superiores a los $100 millones y se proyecta para los municipios que siguen en la ruta poder incrementar esta cifra y poder reactivar así las pequeñas economías de estos municipios.