Tecnología y sostenibilidad, el camino hacia una agricultura regenerativa en el país
La agricultura regenerativa se erige como una alternativa ante los desafíos climáticos y medioambientales que enfrenta la agricultura convencional. En Colombia, para impulsar esta práctica, se necesita abordar desafíos clave, siendo la conectividad rural uno de los pilares a mejorar.
Katherine Vargas, gerente de Recursos Naturales de Esri Colombia, destacó que la visión del campo como un entorno integral es crucial, requiriendo tecnología, como los Sistemas de Información Geográfica, SIG, para maximizar el uso de la tierra, identificar problemas y tomar decisiones oportunas.
La agricultura de precisión, respaldada por la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas, busca ser un pilar para el éxito de la agricultura regenerativa. Esta metodología, que utiliza mapas inteligentes para planificar y ejecutar prácticas sostenibles, pretende facilitar la conexión entre el campo y la oficina, permitiendo una gestión más eficiente y sostenible de los recursos agrícolas.
Aunque la tecnología está disponible, el acceso y la adopción en el sector agrícola colombiano, especialmente entre los pequeños agricultores, siguen presentando desafíos. Se requiere un enfoque educativo integral para promover la tecnificación en todas las escalas de la agricultura, garantizando que la transición a prácticas regenerativas sea efectiva y beneficiosa para todos los actores involucrados.
Desafíos ambientales
La agricultura regenerativa además de pretender contribuir a la seguridad alimentaria y la rentabilidad a largo plazo, quiere ser una respuesta a la crisis climática. En un escenario donde se proyecta un aumento de 70% en la demanda de alimentos para el año 2050, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles serviría para garantizar la viabilidad futura de la agricultura en Colombia y en el mundo.
Por su parte, la agricultura regenerativa busca no solo ser una alternativa viable, sino también necesaria para enfrentar los desafíos ambientales y alimentarios actuales. Para impulsarla en Colombia, se requiere mejorar la conectividad rural, fomentar la adopción de tecnologías avanzadas y promover una transición educativa hacia prácticas agrícolas más sostenibles y responsables.