Fragata portuguesa, carabela portuguesa, agua mala, falsa medusa, entre otros nombres, son los que recibe la especie que por estos días tiene en alerta a los pobladores de la isla de San Andrés, pues la Corporación para el desarrollo sostenible del Archipiélago, Coralina, alertó sobre la presencia de este invertebrado en las playas.

Pero ¿de qué se trata y por qué tiene la atención de los ciudadanos?

La carabela, cuyo nombre científico es Physalia physalis, es, según Ocean Europe "un sifonóforo perteneciente a los cnidarios: corales, medusas, ascidias, etc., y se trata de una colonia de medusas-pólipos modificados" y especializados en diferentes funciones tales como movimiento, caza, alimentación y reproducción.

El problema de esta especie radica en que, la OMS la tiene incluida dentro de la lista de invertebrados venenosos y especies peligrosas para la salud humana.

Lo anterior debido a que al contacto con la piel de los seres humanos puede causar picaduras dolorosas con síntomas como ardor parecido al de una quemadura, problemas respiratorios, y hasta paros cardiacos.

Lo grave del asunto es que el invertebrado así esté muerto o vivo puede causar el mismo daño a la salud humana, e incluso a los peces de gran tamaño, pues puede paralizarlos.

Y es que, los tentáculos de esta especie puede medir hasta 10 metros, los cuales le facilitan la caza de sus presas. Además, está compuesta por una textura gelatinosa de 15 a 30 centímetros que le permiten desplazarse en los mares y playas.

Llamado a la prevención

En medio de la coyuntura, Coralina hizo una serie de recomendaciones para alertar a los bañistas que puedan encontrarse con este invertebrado en las playas del archipiélago.

Algunas de ellas son evitar ingresar al mar si se evidencia la presencia de la fragata; no tener ningún tipo de contacto, pues los largos tentáculos a veces no son fáciles de ver, y así parezca muerta, no tocarla, pues puede seguir liberando toxinas peligrosas.

Ahora, si se tuvo contacto con el invertebrado y se evidencia una quemadura, en caso de ser alérgico, debe acudir de inmediato a un centro médico para su tratamiento.

Otras de las recomendaciones tras el contacto es lavar inmediatamente con agua de mar la zona afectada y retirar los restos de tentáculos que puedan quedar. Algo clave aquí es no raspar más la piel, pues, según Coralina, esto puede activar más cnidocitos y con ellos las sustancias urticantes.

Es vital no tocar la zona, ni ponerle toallas que la afecten más. Tampoco se recomienda aplicar vinagre o agua dulce, pues puede ser perjudicial.