Pudrición de la mazorca del maíz, enfermedad que da pérdidas de hasta 60% en rendimiento
Uno de los factores que representa grandes pérdidas económicas para los agricultores son las enfermedades que pueden llegar a atacar a sus cosechas, dañando el cultivo en sí, y, en algunos casos, evitando que vuelvan a nacer, porque algunas de estas afecciones afectan al suelo fértil. En los Llanos Orientales existe una patología fúngica letal que es conocida como la pudrición de la mazorca del maíz, que genera grandes pérdidas.
Esta es causada por un hongo letal llamado Stenocarpella maydis, y recientemente ha incrementado su incidencia y su distribución en el departamento del Meta debido al aumento del área sembrada y de la implementación de materiales o de cultivares susceptibles, así como de variaciones locales de clima con periodos de sequía previos a la floración como lluvias frecuentes, a temperaturas entre 28° C y 30° C, según explicó la Agrosavia.
Esta enfermedad puede causar pérdidas de rendimiento de hasta 60% en lotes comerciales de la altillanura plana, y afecta el cultivo en dos etapas: la vegetativa y la reproductiva.
Cuando se presenta en etapa vegetativa, aparecen manchas en las hojas con un crecimiento irregular de color pardo, con otra mancha en el centro, de color café intenso.
Las manchas aparecen conforme avanza la enfermedad y llegan al punto de cubrir gran parte de la lámina foliar, es decir, de la hoja, según Agrosavia. Esta afección también se puede manifestar en las yemas axilares de la planta, que se encuentra en los “nudos”, entre la inserción del nacimiento de las hojas laterales y el tallo, ahí se desarrollan las estructuras reproductivas del hongo, con apariencia y esparcimiento de puntos negros, estos liberan una cantidad de esporas que son el principal mecanismo de distribución del hongo.
En la etapa reproductiva del cultivo, los síntomas iniciales se observan en las brácteas, que son las hojas que envuelven a las mazorcas, en las cuales aparecen manchas irregulares de color pálido, entre café y gris. Estas se agrandan hasta secar por completo la mazorca aún cuando el restante de la planta siga verde.
Los signos se pueden observar cuando se llega a abrir una mazorca infectada. Las brácteas internas tienen un micelio blanco unido a la pared con la forma y la estructura de las semillas.
Cabe recordar que los hongos producen sequedad y pudrición. Las semillas expuestas reducen su peso y obtienen el color del café en gris cuando esta enfermedad se desarrolla en el campo.