“Producción de aceite de palma estará en 1,6 millones de toneladas al cierre del año”
Los cultivos para la palma de aceite están dentro del grupo de productos del agro con mejor ampliación territorial. Por eso, después de que el año pasado la producción del aceite de palma cerró en poco más de 1,5 millones de toneladas, el sector le apunta a que pese al covid-19 la cifra supere 1,6 millones.
El presidente de Fedepalma, Jens Mesa Dishington, explicó que ese total es “suficiente para la demanda local”, haciendo referencia a las importaciones que principalmente están llegando desde Ecuador, y que para el gremio son innecesarias. De hecho este será uno de los temas que se abordarán en el congreso online del sector, que empieza mañana.
Lo gremios ya hacen balances de la producción del primer semestre, ¿cómo le fue a los palmeros en ese sentido?
Nuestra producción se mantuvo en niveles similares en los últimos tres años después de tener una subida de nivel importante. Este año, en los primeros siete meses, hemos experimentando un crecimiento en la producción comparado con igual periodo de 2019, más de 8% anual. Estimamos que para cierre de 2020 nosotros debemos estar con una producción 1,6 millones de toneladas.
¿Entonces no pasó una cuenta de cobro grande el covid-19?
Cuando uno está frente a una actividad de tipo plantación, uno no controla muchas cosas porque siembra una palma y produce 25 años, no es como una fábrica de zapatos que se para. Sigue produciendo, cuando llegó la pandemia sí temíamos por qué iba a pasar con la producción, y la agricultura como un todo mostró que definitivamente es un sector estratégico para la población, para la humanidad como un todo, porque no importa qué pase, los países necesitan alimentarse.
Entonces en producción hubo un buen resultado, pero vino un golpe de demanda, porque el confinamiento, cuarentenas, el haber cerrado negocios y organizaciones bajó el consumo de aceites y grasas para todo el mercado. Además, vendimos un volumen para biodiésel, y la caída en la movilidad redujo las demandas en ese punto. Así como cayó la demanda por combustible fósil, bajó en los bios.
¿Se podría decir que las exportaciones compensaron?
Nosotros podemos tener una estacionalidad en el primer semestre que era 60% de la producción. Pudimos evacuar la producción, pero desde luego no a los precios que queríamos venderla.
En 2019 se importaron más de 230.600 toneladas de aceite de palma crudo y refinado, ¿qué les ha dicho el Gobierno?
La realidad es que en el mercado local seguimos con presencia de importaciones y el país no las necesita. Esa presencia de importaciones se da en muchos casos porque las canchas de juego no están niveladas. Al Gobierno se le olvida que temas en agricultura están mediados por políticas de subsidio y de apoyo a nivel internacional y eso afecta a los productores. Hay suficiente abastecimiento local para suspender importaciones. Colombia en este sector tiene garantizados los niveles.
¿Estos temas estarían en la agenda que revisarán con el Gobierno en el congreso palmero que empieza mañana?
Por un lado, revisaremos la agenda con el Gobierno porque nos parece importante que podamos avanzar realmente en medidas. Hay una agenda pendiente que tiene que ver con medidas para el mercado local, que compete en nivelar la cancha. Otro tema para nuestra demanda es el programa de biodiésel, que evolucione. Hoy estamos en una mezcla de 10% país cuando las siembras de palma eran para 20%. Vamos a la mitad porque el Gobierno pasado lo puso en el congelador y ha seguido.
¿De cuánto es el potencial?
En el consumo de diésel, por cada galón que se consume, 10% es derivado de la palma, podría ser 20%, o incluso 30%. Y en margen ambicioso, sería 50%. Con un impacto en la calidad del aire.