¿Por qué las semillas sostenibles aumentan la productividad en los cultivos de maíz?
El maíz es quizá uno de los cultivos más importantes para la economía y las actividades agropecuarias. No solo cumple una función clave para la seguridad alimentaria, sino que es un cereal que se utiliza para engorde en la avicultura, porcicultura, entre otras.
A pesar de su importancia, durante la apertura económica no se cuidó al sector, y en lo corrido del año Colombia ha importado cerca de 3,3 millones de toneladas, principalmente de Estados Unidos (81,65%) y Brasil (15,29%).
Según cifras de Fenalce, en total hay sembradas 393.623 hectáreas de maíz con corte a la fecha, teniendo en cuenta cuatro variedades: maíz amarillo tecnificado, amarillo tradicional, blanco tecnificado y blanco tradicional. De esa área, la producción ha sido de 1,6 millones de toneladas, poco menos de la mitad importado.
Es por eso que resulta clave encontrar maneras de optimizar el rendimiento para tener mayor productividad en las áreas sembradas. Heriberto Torres Montalvo, líder de investigación y desarrollo de semillas para la Región Mesoandina de Corteva Agriscience, dijo que dar acceso a los agricultores a avances tecnológicos en mejoramiento genético de maíz optimiza el rendimiento de cultivos.
“La ciencia nos ha permitido acortar procesos de investigación y reducir el tiempo para poner en las manos de los productores semillas de maíz con alto potencial. También, las herramientas digitales ahora se están incorporando para optimizar la inversión de los productores en semillas y protección de cultivos, e impulsar soluciones de sostenibilidad en la explotación”, dijo.
Para el experto, es necesario avanzar en tecnologías de fitomejoramiento, como edición de genes, genómica avanzada y fenotipado y de precisión que mejoran y aceleran el desarrollo de productos sostenibles.
“Las empresas tenemos que emplear el poder de la innovación para desarrollar semillas y productos fitosanitarios que ofrezcan soluciones basadas en la ciencia para abordar los desafíos ambientales, económicos y sociales más apremiantes a nivel global”, aseguró.
Montalvo destacó que los países que promueven biotecnología, edición del genoma y enfoques de rasgos nativos aumentan la productividad del cultivo.