Perú superaría a Chile y se convertiría en el mayor exportador de arándanos en esta campaña o la próxima
En esta campaña (agosto – marzo) o la del siguiente año, el Perú podría convertirse en el mayor país exportador de arándanos a nivel mundial, por encima de Chile, que actualmente ocupa este lugar, proyecta el presidente de la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos), Roberto Vargas.
De acuerdo con las estimaciones del gremio, en la campaña en curso los envíos peruanos crecerían 35%, con respecto a la anterior, con lo cual ascenderían a 100.000 o 105.000 toneladas aproximadamente. Dicho volumen equivaldría a US$ 650 millones o US$750 millones en envíos, dependiendo de las condiciones del mercado.
“Hay hectáreas que entran en su segunda o tercera temporada y nuevos proyectos entrando a producción”, comentó Vargas a Gestion.pe, además de precisar que en la campaña del año anterior se registraban unas 6.800 hectáreas de cultivos de este fruto en el país y actualmente existen 8.000 hectáreas, lo que evidencia un crecimiento de cerca de 18% en estas extensiones.
En el 2018, Chile exportó 114.000 toneladas de arándanos, lo que representó un crecimiento de 29.4% con respecto a sus envíos del año anterior, según información del Gobierno chileno. Aunque el Perú exportó 78.700 toneladas, reflejó un ritmo de crecimiento de 83%, mucho mayor que el de Chile.
“Si no en esta campaña, en la próxima, el Perú debería de ser el exportador más grande de arándanos frescos a nivel mundial”, adelantó Vargas.
Por otro lado, el dirigente gremial señaló que si bien Colombia aún no tiene mucha producción de este fruto, por lo que no constituye una competencia directa para el Perú, no se descarta que llegue a serlo de concretarse los planes recientemente anunciados por el gobierno colombiano, de potenciar sus envíos para ubicarse entre los 10 primeros países exportadores de este fruto.
Asimismo, Vargas estimó la apertura de los mercados de la India y Taiwán para los envíos peruanos de arándanos en el plazo máximo de un año o un año y medio; y en dos o tres años la apertura de los mercados de Corea y Japón.