Nespresso anuncia continuidad de Programa Calidad Sostenible AAA con caficultores de Colombia
Nespresso de Nestlé anunció el miércoles que continuará en Colombia con su Programa de Calidad Sostenible AAA para garantizar el abastecimiento de café de la más alta calidad en cápsulas y apoyar a más de 30.000 caficultores del país sudamericano con mejores ingresos.
El programa que comenzó hace 15 años apoya la calidad, la sostenibilidad y la productividad de unas 30.000 fincas cafeteras en ocho departamentos de Colombia que ofrecen cafés únicos por sus perfiles aromáticos.
"Nosotros tenemos una inversión fija permanente de entre US$4,5 y US$5 millones anualmente. Estamos sembrando entre 300.000 y 400.000 árboles por año", dijo en una conferencia de prensa Santiago Arango, responsable del programa de Nespresso para Colombia y Perú.
"El balance de este programa en 15 años es altamente positivo, ampliamos nuestra presencia en Colombia pasando de cuatro a ocho departamentos y consolidamos nuestra relación con los caficultores", agregó.
Nespresso ha lanzado al mercado nueve ediciones limitadas y dos permanentes de café 100% colombiano desde 2004 con el programa que busca garantizar una alta calidad del grano, asegurar la sostenibilidad de las fincas y aumentar la productividad sin incrementar el área cultivada.
El programa garantiza a los productores de café asistencia técnica con agrónomos, una prima de calidad y programas de beneficio que incluyen seguros de clima e inversiones para las comunidades.
A nivel mundial, el programa incluye a más de 100.000 productores de café en 13 países entre los que además de Colombia se destacan Brasil, Perú, México y Costa Rica.
Colombia, el primer productor mundial de café arábigo lavado espera una cosecha de al menos 14 millones de sacos de 60 kilos este año, por encima de los 13,6 millones de sacos en 2018.
La baja rentabilidad de los cultivos de café debido a los bajos precios internacionales y los altos costos de los fertilizantes, han sido algunas de las excusas por las que los caficultores han abandonado la actividad para dedicarse a otras siembras o actividades, incluyendo la hoja de coca, la materia prima de la cocaína.