Moko, la enfermedad causada por una bacteria que ataca cultivos de plátano y banano
Si hay algo a lo que todo productor, sin importar su escala, debe tener en cuenta, es la rigurosidad en el manejo fitosanitario y el cuidado de malezas en los cultivos. No solo porque dichas patologías pueden generar retrasos en la cosecha y futura siembra, sino que ocasiona pérdidas económicas significativas.
El cultivo de banano y de plátano no es ajeno a esta situación y existe una enfermedad llamada ralstonia solanacearum raza 2, que también es conocida como moko. Esta es una bacteria fitopatógena que llego hace aproximadamente 20 años a Colombia y es considerado un tema sanitario de alta prioridad, ya que tiene un alto alcance e impacto a nivel nacional.
Esta bacteria puede llegar a ocasionar la muerte de las plantas y genera pérdida total del cultivo, además afecta la capacidad productiva de los suelos y dura largos periodos.
Mónica Betancourt Vásquez, investigadora Ph. D, asociada de Agrosavia, explicó que esta es una bacteria que se extiende rápidamente y se dispersa a través de “fuentes de agua, escorrentía, suelo contaminado, animales domésticos, insectos plaga, herramientas y material de propagación”. Existe mayor probabilidad de contagio si los cultivos se encuentran en condiciones de suelos inundados y de alta densidad.
“Para detectarla se debe revisar si existe deformación y flacidez de una de las tres hojas más jóvenes o la hoja bandera en plantas adultas o líneas rojizas o necróticas hacia el centro del seudotallo, taponamiento vascular, exudado viscoso de los tejidos o deformación, coloración amarilla rojiza, maduración rápida, ahuecamiento y necrosamiento de racimos”, comentó Betancourt.
Si la enfermedad ya está presente en el cultivo, la única solución, según explica Betancourt, es hacer una erradicación de la planta completa inmediatamente y evitar que el suelo que rodea esa planta no se esparza, es decir, habría que controlar el movimiento, realizando una cuarentena alrededor de cinco metros de la siembra afectada, para que no incida en toda la tierra.