Mejorar la calidad de la carne, el reto que tienen los ganaderos nacionales
Aunque el año pasado el país vivió una situación de alerta ante los brotes de fiebre aftosa y de brucelosis, que generaron alguna distorsión en el mercado bovino, se logró controlar los focos de la enfermedad y recuperar el consumo interno y los destinos de exportación.
Sin embargo, 2018 no ha sido un año fácil para el sector, si se tiene en cuenta que, tanto el sacrificio de carne vacuna, como los precios en el mercado, han tenido bajas dinámicas, lo que se suma a una reducción en el consumo de carne de res por parte de los colombianos.
De acuerdo con los registros de Fedegán, en 2012 el consumo per cápita de carne de res era de 20,76 kilos, pero en 2017, último año completo, esta cifra cayó hasta 18,1 kilos por persona, hecho que contrasta con un incremento en el consumo de pollo que avanzó de 23,7 a 32,8 kilos anuales; mientras que el de cerdo subió de 6,01 kilos por persona al año hasta 9,4 kilos.
Para algunos expertos en la cadena, este cambio se debe, además de cambios en el consumo, a situaciones coyunturales que han afectado el mercado. Carlos Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de Empresarios de los Subproductos de la Ganadería (Acesgan), explicó algunas de las razones.
“El paro camionero fue un punto de quiebre, el sacrificio cayó y no se volvió a levantar, y seguramente, al haber escasez de carne bovina, los consumidores se fueron a otras proteínas, como la carne de pollo, de cerdo y ahí se quedaron”, dijo.
Opinión similar tiene Andrés Arenas, director ejecutivo de Asocebú, quien indicó que “desafortunadamente el consumo de carne ha disminuido frente a otras proteínas, pero el trabajo que se viene haciendo es demostrar en el país la importancia de la carne bovina, que es de muy buena calidad, se han tumbado mitos como el colesterol y otros similares”
En línea con este análisis y, de acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el primer trimestre del año, el sacrificio de carne bovina tuvo una contracción de 1,1%, si se tiene en cuenta que se registraron 837.175 cabezas de ganado sacrificadas.
Al analizar los precios, se evidencia, en el mismo sentido, una tendencia estable pues los costos a los consumidores han crecido por debajo de la variación que ha tenido el Índice de Precios al Consumidor (IPC). De acuerdo con los precios registrados en el Sipsa, la carne ha crecido en promedio solo 1,1% entre enero y junio. En este mismo periodo, la inflación total ha crecido 2,47% y el IPC de alimentos lo ha hecho en 2,27%.
A las condiciones de mercado hay que sumarle los costos de mantenimiento de los bovinos. De acuerdo con Freddy Jiménez, presidente de la cooperativa Levacar, se debe tener en cuenta que “los principales costos están basados en la alimentación del ganado, la producción de forraje y los alimentos balanceados, como el concentrado que se le da al ganado como insumo”.
Por eso, uno de los pedidos de los ganaderos al nuevo presidente, es estimular nuevamente el consumo y las exportaciones. José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, consideró que “en estos años no se ha avanzado en ese sentido” y es una de las opciones para incrementar las ventas, a la par de retomar el mercado local.
"Influenciamos 80% de la ganadería en Colombia"
Gran parte del mercado bovino está influenciado por los aportes de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Cebú (Asocebú), que se encarga del mejoramiento genético y la productividad de las razas cebuinas en el país. Su director ejecutivo, Andrés Arenas, explicó qué está haciendo la Asociación.
¿Cuál es la importancia de Asocebú?
La Asociación es una entidad sin ánimo de lucro que tiene más de 70 años de fundación, vela por los intereses colectivos de sus más de mil asociados y por la productividad ganadera del país, buscando incrementar los indicadores de producción de carne y leche, por medio del registro, administración, promoción y fomento del mejoramiento genético de las razas Brahman, Gyr, Guzerá, Nelore, Sardo Negro y sus cruces en Colombia.
¿Cómo se logra el mejoramiento genético?
Para realizar el mejoramiento genético es necesario seleccionar ejemplares dentro de la ganadería, utilizar herramientas como evaluación genética, en la cual se publican toros líderes en características productivas, y tener en cuenta las líneas genéticas, con el fin de escoger los ejemplares con el mejor desempeño productivo y reproductivo.
¿Cuáles son las razas que predominan?
De los 60.000 registros que se realizan al año, 72% corresponden a la raza Brahman blanco y rojo, enfocada en producción de carne; las hembras con certificado de cruce tienen una participación de 10,9%; seguidas por la raza Gyr, productora de leche, con un porcentaje de participación de 10%, en cuanto a influencia le siguen la raza doble propósito Guzerá con una participación de 2,4%, Nelore con 1% y finalmente las hembras del programa cebú colombiano clasificado con una participación de 3,7%.
¿En qué más trabajan?
Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es mejorar cada vez más la productividad de nuestros ejemplares, realizamos programas como las Pruebas Nacionales de Desempeño en Pastoreo, que durante varios meses identifican los animales sobresalientes en conversión de pasto a carne, desarrollamos la plataforma genómica del ganado Brahman, publicamos la evaluación genética de reproductores Brahman, entre otros que busquen aumentar la producción de carne y leche en el país.
¿Cuántas cabezas de ganado representan?
Estamos influenciando cerca de 80% de las 24,5 millones de cabezas de ganado en Colombia. Hasta la fecha nuestros asociados han registrado más de 1,4 millones de ejemplares de ganado puro.
¿cómo está el mercado?
El consumo de carne ha disminuido frente a otras proteínas, pero el trabajo que se viene haciendo es demostrar la importancia de la carne bovina y su calidad, a través de campañas que incentivan el consumo e investigaciones en las que se demuestra la excelente calidad de la carne cebuina.
¿Qué influye en la calidad?
Los aspectos que influyen en la calidad son la genética, el buen manejo y la nutrición, además la edad de sacrificio del novillo, que debe ser máximo de dos años, para garantizar la terneza al consumidor final.