Más de 400.000 poinsettias salen al mercado para la temporada de Navidad
Con la llegada de un nuevo año tanto en Colombia como en el mundo salen a relucir diferentes tradiciones culinarias, culturales y decorativas que se ven solo en esta temporada del año. Por eso, algunos sectores comerciales y económicos, en general, trabajan en los meses previos para sacarle el mayor provecho posible a esta época en ventas. Uno de ellos es el de los cultivos de poinsettias, más conocidas como las flores de la Navidad.
Al igual que el negocio de los adornos, los árboles, las instalaciones, los juegos de luces, entre otros, a partir de septiembre las vitrinas de cadenas de supermercados y viveros locales se adornan con estas flores originarias de México y utilizadas como símbolo de pureza en ese país.
Así lo confirmó Nohora Espejo, administradora de Poinsettias Colombia, una de las empresas que cuenta con el cultivo más grande en el territorio nacional de esta planta, pues, en total, cuenta con aproximadamente dos hectáreas para su cultivo.
“La historia de estas plantas se remonta al siglo XVII, cuando los Padres Franciscanos observaron que las plantas de colores brillantes florecían en diciembre y las utilizaron en el pesebre y en la procesión de la natividad”, comentó Espejo.
Posteriormente, en 1827 fue llevada a Estados Unidos por el primer embajador norteamericano en México, Joel Robert Poinsett, a quien se debe el nombre original de la planta.
“Poinsett las cultivó en Greensville, Carolina del Sur, después las distribuyó en Jardines Botánicos y amigos horticultores; fue Rob Buist, el primero en venderla con el nombre científico Euphorbia pulcherrima dado desde 1833 por un taxónomo alemán”, manifestó la bióloga experta en poinsettias.
Pese a que la producción en Colombia no cuenta con la misma calidad en cada uno de los cultivos especializados, actualmente el país alcanza a cultivar más de 400.000 poinsettias para que los amantes de la Navidad adornen sus hogares durante la temporada navideña. La planta en esta temporada tiene un costo promedio que varía entre $7.000 y $30.000, según tamaño y calidad.
“Cada año surgen más cultivadores, pero no todos logran el mismo éxito, teniendo en cuenta la complejidad de este tipo de cultivos y los peligros a los que se ven expuestos durante todo el proceso de producción”, apuntó Espejo.
Y es que para que este tipo de plantas se de con la mejor calidad posible, necesitan un tiempo de cultivo que va desde cuatro meses en adelante. Esto lo convierte en un negocio exclusivo, teniendo en cuenta, además, el espacio que requieren.
“Para evitar problemas con la fumigación, riego y crecimiento adecuado, las poinsettias deben cultivarse con al menos 35 centímetros entre ellas. Ese es el espacio ideal para una armonía adecuada para evitar que crezcan de forma diferente e, incluso, que se dañen por la fricción de las hojas en caso de no tener ese espacio”, añadió.
Aunque en otros países la tradición navideña por las poinsettias se dio a mediados de 1909, en Colombia, se ha venido utilizando desde hace aproximadamente 35 años, cuando expertos cultivadores iniciaron su producción y comercialización, desde entonces es fácil adquirir esta planta en el mercado.
Este negocio se ha ido especializando y cuenta con hasta tres tipos de poinsettias en cuanto a color, así como hasta siete tamaños, que varían según los pedidos por parte de las empresas o las cadenas de supermercados o los viveros en los que se comercializa.
“Tenemos un convenio con Éxito y Cencosud, dos de las cadenas líderes en el mercado colombiano, e incluso, de la región, con lo cual hemos logrado poner nuestras poinsettias en las vitrinas de gran parte del territorio, siendo Medellín, Cali y Barranquilla, además de Bogotá, algunas de las ciudades en las que mejor respuesta han tenido”, explicó la gerente administrativa de Poinsettias Colombia.
Dada la delicadeza de la planta, se debe tener en cuenta recomendaciones con el fin de evitar daños tanto en sus hojas como en sus ramas. “Es muy importante tener todos los cuidados desde el momento en que la mata entra a la casa. Pues el empaque nada más ya le puede causar daños. Así mismo, el riego debe ser delicado, pues las mangueras pueden dañar las hojas. Incluso, el agua debe ir directamente a la base y no a las hojas”, explicó Espejo.