Los departamentos del Valle del Cauca y Huila concentran 97% de la producción de uva
Aunque al comparar el cultivo de uva con otros productos del campo colombiano este no tiene grandes cantidades como el aguacate, las pasifloras o la piña, por mencionar algunos productos, sí es un cultivo que ha venido aumentando su producción en los últimos años.
Precisamente, de acuerdo con los últimos datos registrados por la Asociación Hortifruticola de Colombia (Asohofrucol), en 2015 el área sembrada de uva en Colombia era de 2.697 hectáreas, mientras que en 2016 pasó a 2.828 hectáreas y en 2019 cerró con 3.072 hectáreas.
Sobre las zonas, Asohofrucol destacó que actualmente, las principales regiones productoras de uva en el país son el Valle del Cauca, departamento que produjo al cierre de 2019 un total de 19.513 toneladas de la fruta con una participación general de 70%, seguido por Huila con 7.560 toneladas producidas (27%) y Cauca con 300 toneladas (1% de participación).
En un porcentaje menor, también producen uva en el país los departamentos de Santander, 241 toneladas; Amazonas 211 toneladas; Antioquia 96 toneladas; Boyacá 90 toneladas y Meta con 12 toneladas.
En total, el país esta produciendo según Asohofrucol más de 28.000 toneladas de uva anualmente.
Competencia internacional
Aunque Colombia trabaja para destacarse en la producción de uva, hay que reconocer que varios países llevan años siendo protagonistas en este mercado. Es el caso de China, Estados Unidos, Italia, Chile, Francia y España, los cuales concentran casi 50% del mercado mundial. De acuerdo con datos recientes, durante 2018 se produjeron más de 70 millones de toneladas de este fruto en el mundo.
Entre tanto, según ProColombia, de enero a noviembre de 2019, el país exportó US$25.855 en uvas frescas y en este mismo periodo del año pasado las exportaciones llegaron a US$201.564, teniendo un crecimiento bastante interesante.
Los principales destinos de estas exportaciones fueron Países Bajos. Curazao y Aruba.
Cuidados del cultivo
En el cultivo de la uva cuando ya se tienen árboles maduros y con un rendimiento estándar, el proceso de producción puede demorar hasta cuatro meses, en los que el agricultor va a tener que estar pendiente de los frutos y de lograr cosechar más de 10 kilos por planta. Claro está que se tienen que cumplir unas mínimas condiciones, como por ejemplo, que el suelo tenga buena hidratación, una temperatura promedio entre 18 y 20 grados centígrados y un monitoreo constante con la poda de la planta, entre otros aspectos.
De acuerdo con el ingeniero agrónomo, Deivis Suárez, al decidir plantar vid en una finca, se deben dar las condiciones microclimáticas y realizar la selección de una variedad específica, se hace necesario definir tres elementos que limitan la elección y determinan el manejo agronómico del cultivo y de la poscosecha.
“En primer lugar, se requiere conocer la ficha técnica del material vegetal a propagar, lo que incluye las condiciones bajo las cuales se obtuvo la semilla, pruebas realizadas, condiciones nutricionales, rendimientos esperados para el cultivo, características fenológicas del fruto, y porcentaje de germinación. En segundo lugar, hay que tener en cuenta el comportamiento propio o regional con esa variedad, si es que existen registros y en tercer lugar, en la medida de lo posible, propender por el empleo de variedades comerciales que estén certificadas en materia de resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades”, dijo Suárez.