Los cultivos de caña que son sostenibles desde el siglo pasado y ahora son orgánicos
Agricultura

Los cultivos de caña que son sostenibles desde el siglo pasado y ahora son orgánicos

Alguimar-Balsora es una empresa que se ha dedicado a producir caña de una manera sostenible, esto lo ha hecho desde 1992 en Colombia
Bloomberg
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La industria productiva de caña es uno de los sectores más importantes dentro del panorama agrícola en Colombia. Según cifras del Dane, para 2023 se registraron 207.499 hectáreas de caña de azúcar, la mayor área registrada en cuatro años. Asimismo, la misma entidad determinó que el valor de la producción de caña asciende a los $4,9 billones.

La rentabilidad de este cultivo, junto con políticas que, cada vez más, van direccionadas hacia el cuidado del medio ambiente, hace necesario que la industria implemente métodos sostenibles a gran escala. Ejemplo de ello es la compañía Alguimar-Balsora. Esta es una empresa que se ha dedicado a producir caña de una manera sostenible, esto lo ha hecho desde 1992.

En 1993 curiosamente comenzaron a entrar en el mundo de la agricultura sostenible sin saber que lo estaban haciendo. Así lo comenta Mauricio López, gerente de producción de la compañía. Esta técnica les hizo optimizar su manejo de recursos hídricos de 50% hasta 65%. Este fue el inicio de un interés profundo de la empresa para fomentar la sostenibilidad en el manejo de la caña.

De los sistemas de riego por ventanilla, Alguimar-Balsora comenzó a evolucionar hacia otras prácticas como el control biológico con el uso de avispas. Además de proteger la biodiversidad del ecosistema, utilizaron estas especies con el fin de controlar las plagas en los cultivos, promoviendo el nulo uso de insecticidas. Este mecanismo ayudó a tener una mejor conservación de los suelos y a proteger su producto de una manera natural.

Siguiendo pensando en proteger el estado del suelo, López y su equipo tomaron la iniciativa de usar los residuos de la caña, como la linaza, para el mismo cuidado del cultivo. Tomaron la decisión de usar este subproducto para hacer fertilizante líquido, aprovechando también los microorganismos que se podían encontrar.

Es especialista comenta que esto fue clave para que pudieran tratar temas como la maleza, que generalmente se mira con malos ojos en la producción agrícola. “La maleza es mala si no se sabe trabajar, por esto mismo ya no usamos ningún tipo de herbicidas”, añade.

El cero uso de herbicidas no solo les permitió tener cultivos más sanos y ayudar al medio ambiente. Esto también tuvo un efecto directo en la producción. “Tenemos un incremento de 15 a 20 toneladas de caña por hectárea por dejar de usar herbicidas”.

El hecho de ser un negocio sostenible en términos sociales, económicos y ambientales no fue suficiente para la compañía. “Si ya somos sostenibles, ¿por qué no nos volvemos orgánicos?”, fue el pensamiento de López que los llevó a ofrecer productos sin uso de ningún tipo de químicos actualmente.

“La caña es el mejor cultivo que existe para ayudar a la lucha contra el cambio climático”.

Con sus métodos de producción 100% orgánicos logran capturar alrededor de 110 toneladas de dióxido de carbono en el suelo cada año. Además, según López, sus cultivos liberan 70 toneladas de oxígeno anuales.

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