El mercado de agroinsumos se enfrenta con frecuencia a problemas de logística y clima
El mercado de fertilizantes y plaguicidas en Colombia se enfrenta actualmente a un contexto retador, dado por diferentes circunstancias, tanto internas como externas, que elevan los costos de producción y obligan a pensar en soluciones a mediano y largo plazo.
Sin embargo, el sector se enfrenta a estos desafíos con una producción local sólida y bien estructurada, como lo afirma María Helena Latorre, directora ejecutiva de la cámara de Procultivos de la Andi: “La producción de fertilizantes en Colombia, de acuerdo con las empresas que aglutina la cámara de Procultivos de la Andi, está en la capacidad tanto de abastecer el mercado local, como de exportar a otros países. De acuerdo con los cálculos que realiza la cámara, en 2024 la industria de protección y nutrición de cultivos registró ventas en el territorio nacional por US$1.721 millones, así como exportaciones por US$585 millones despachados desde Colombia a 50 países”.
La cámara de Procultivos de la Andi agrupa a las empresas que producen y comercializan insumos para la protección y nutrición de cultivos en Colombia (fertilizantes, plaguicidas y bioinsumos). En protección y nutrición de cultivos hacen parte de esta con diferentes estrategias: Adama, Basf, Bayer, Corteva, FMC, Gowan, Sumitomo, Syngenta, Precisagro, UPL y Yara. Estas compañías, además, hacen una labor clave en la evaluación de nuevos productos para mantener esa protección.
Estas buenas cifras de producción en el país hacen que los precios en el mercado no sean tan volátiles como podrían llegar a ser: “Al contar con 13 plantas de producción en Colombia, los precios de los insumos para la protección y nutrición de cultivos son menos volátiles que en otras latitudes. Según los datos entregados por la Upra, en julio de este año los plaguicidas registraron una reducción de -0,75 % en sus precios, mientras que los fertilizantes anotaron una leve alza de 0,41 %. En el año corrido hasta julio, los precios de los plaguicidas han caído -2,03 %, mientras que el de los fertilizantes anota un alza de 8,08 %”, agrega Latorre.
Ante este panorama, la directiva indicó que es fundamental pensar en varios aspectos de cara al futuro: “Es importante trabajar de manera cohesionada con diversos actores públicos y privados, así como con los propios agricultores, para atender un tema vital: el mercado ilegal de insumos para la protección y nutrición de cultivos. Es un flagelo que debemos erradicar desde la raíz, porque sus nefastas implicaciones no solo golpean a los productores en sus fincas, sino a toda la economía nacional.
También considero que es importante avanzar en una legislación robusta en el tema de bionsumos”.
Uno de los grandes jugadores en el mercado de fertilizantes en Colombia es Yara, compañía que hace presencia en varios países. Para Andrés Useche, VP Región Andina de la organización, la producción de fertilizantes en el país enfrenta varios desafíos: “Los retos son múltiples. Tenemos que resolver dos temas fundamentales. Uno de ellos es el cambio climático y todo lo que tiene que ver con la adaptación a él. El segundo es la seguridad alimentaria, es decir, qué hacemos para producir más y mejores alimentos. En ese sentido, uno de los retos más importantes es lograr que nuestros agricultores usen la tecnología de reducción de huella de carbono. Para eso es necesaria la capacitación”.
Reducir las emisiones...
Según el directivo, actualmente la agricultura es responsable de alrededor del 25% de las emisiones globales. El 11% de esto se produce gracias al uso de fertilizantes. En ese sentido, otro reto importante es adecuar la tecnología para reducir esas emisiones, pero sin aumentar los costos de producción: “Muy frecuentemente hay paros de agricultores en el país, porque los costos de producción son altos y esto se debe a que los costos logísticos son enormes. Si nosotros quisiéramos llevar una tonelada de fertilizantes desde Cartagena hasta los Llanos Orientales, es más caro que traerá desde una planta de Europa hasta Cartagena”.
A pesar de esto, Yara ha apostado por la producción local, con plantas en localidades como Yotoco y la capital de Bolívar: “Nosotros somos una de las dos empresas que produce fertilizantes a través de amoniaco en el país. Podemos hacerlo o importarlo dependiendo de los costos del gas. Tenemos una planta en Cartagena que produce fertilizantes NPK. En este momento estamos haciendo la expansión del 25% de la capacidad de esa planta”. De esta manera, la producción colombiana se consolida de cara al futuro, aunque con retos logísticos que le exigen al sector actuar de forma articulada.
Pero, entre tanto, la cámara de Procultivos de la Andi trabaja para que todo salga de la mejor manera y que el negocio siga adelante con las buenas prácticas en todos los aspectos. Cada año, Procultivos realiza capacitaciones gratuitas para pequeños y medianos productores por toda Colombia sobre protección y nutrición de cultivos, Buenas Prácticas Agrícolas y Apícolas, y alianza entre agricultores y apicultores. Además de su capacitación para formadores y el curso virtual para almacenes de insumos agrícolas; al año se atienden cerca de 10.000 personas con estos cursos. También contrató un estudio con una firma consultora mexicana (GlobalMind) para medir el impacto en productividad, empleos rurales, precios y comercio exterior ante una eventual prohibición de insumos para la protección de 14 cultivos clave.
Prácticas agrícolas sostenibles
En relación con la sostenibilidad, Latorre dice que la adopción de prácticas sostenibles puede mejorar la resiliencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático, reducir la huella ambiental y asegurar la producción de alimentos inocuos y nutritivos. La cámara de Procultivos de la Andi ha priorizado la meta 10 del Marco Global de Biodiversidad, que se en enfoca en minimizar los impactos negativos de las actividades agrícolas en la biodiversidad.