Lo más versátil que puede tener una finca es una cuatrimoto
Aunque no hay una estadística oficial que indique el número de cuatrimotos que se venden para las actividades agrícolas (lo que se sabe es que hay más de 3.000 unidades rodando en el país), los fabricantes y comercializadores de esta clase de unidades aseguran que un alto porcentaje de las ventas se concentra en clientes con predios en las afueras de Bogotá.
'La cuatrimoto es muy útil, versátil, ahorradora (pues no son tantos los galones de combustible que necesita), cómoda y mucho más fácil de mantener que tener un caballo para recorrer la finca. Dependiendo del modelo, el comprador puede regular la capacidad de arrastre en el vehículo, pero en los 4x4 todos tienen facilidad para ponerle un tiro', indicó Natalia Vergara, la gerente de Mercadeo de IMB Colombia, importadores de la marca Can-Am.
Oferta en el mercado
Las cuatrimotos comenzaron a tener furor recientemente, aunque la llegada de estos vehículos (considerados ATV o All Terrain Vehicle) están disponibles en el mercado local desde hace aproximadamente 10 años.
Si bien el uso más conocido que se la ha dado a estas máquinas es para la recreación o el deporte, su origen natural está relacionado con la actividad agrícola, pues su potencia y el poco espacio que ocupan en el terreno los hacen vehículos de un gran rendimiento.
La mayoría de las marcas de motos y de tractores o maquinaria para el campo que existen en Colombia tienen una línea de cuatrimotos. Hablamos por ejemplo de Kymco y Kawasaki, comercializadas por Auteco; de Can-Am, importada por IMB Colombia, de Yamaha, marca que representa Incolmotos; de Arctic Cat, cuyo grupo comercializador es MotoMart S.A.; Polaris, propiedad de KTM Colombia, y Suzuki, entre otras marcas.
La oferta se divide en dos aspectos: tipo de tracción (4x2 y 4x4), y por la cilindrada del motor. En este último punto, la disponibilidad en el país oscila desde cuatrimotos básica de 90 centímetros cúbicos hasta las más sofisticadas que se impulsan con un motor de 1.000 centímetros cúbicos.
'Después de México, Brasil y Argentina, el mercado de cuatrimotos en Colombia es el que registra los más altos niveles de crecimiento', indicó Vergara.
Según las necesidades que el vehículo deba cumplir en la finca, el comprador de una cuatrimoto tiene un amplio abanico de opciones en materia de precios y modelos. Solamente en el caso de Auteco, el importador ofrece dos marcas y un total de 12 modelos diferentes que van desde $6 millones (más baja cilindrada) hasta los $32,5 millones. Lo mismo sucede con Yamaha, cuyo portafolio es de 8 modelos y sus valores de comercialización arrancan desde los $6,99 millones y llegan hasta los $29,9 millones.
La seguridad al volante es un factor primordial
Aunque las cuatrimotos parecen vehículos, pues el chasis está soportado sobre cuatro ruedas, expertos en seguridad advierten que este tipo de máquinas funcionan igual que una motocicleta y que, por tanto, es necesario y obligatorio que la persona que esté frente al volante tenga los mínimos equipos de protección en caso de una colisión, impacto o volcamiento.
La prioridad de conducir una cuatrimoto con casco, rodilleras y coderas también responde a que este tipo de vehículos no posee una cabina o una estructura metálica que haga las veces del habitáculo. 'La estabilidad es relativa, pues aunque tienen cuatro ruedas, eso no significa que no se puedan voltear. Lo que siempre recomendamos cuando vendemos una cuatrimoto de nuestra marca Can-Am, y esto debería ser con cualquier modelo de este tipo, es que el cliente debe saberlas manejar y tener cuidado al conducir', dijo Natalia Vergara.