Las semillas como una parte importante en la formación de la seguridad alimentaria
Agricultura

Las semillas como una parte importante en la formación de la seguridad alimentaria

El país enfrenta desafíos importantes en el acceso de semillas certificadas y en la adopción de tecnologías que den la posibilidad de maximizar procesos en los cultivos
Acosemillas
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Colombia es catalogado como uno de los países con mayor diversidad geográfica y climática en el mundo, por lo cual la seguridad alimentaria no solo depende de la disponibilidad de tierras fértiles o de agua suficiente, ya que la base de toda producción agrícola en mayor medida es de las semillas. La calidad y adaptación de ellas, a las condiciones climáticas, son factores clave para garantizar la producción estable de alimentos.

No obstante, el país enfrenta desafíos importantes en el acceso de semillas certificadas y en la adopción de tecnologías que den la posibilidad de maximizar procesos en los cultivos.

Asimismo, un estudio realizado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Colombia, afirma que en 2024 se redujo 5% la inseguridad alimentaria, con 13 millones de personas que no cuentan con acceso a comida, comparado con 15 millones del año anterior.

Todo en parte es gracias a las semillas, como lo destacó Leonardo Ariza Ramírez, gerente general de Acosemillas, “No se puede concebir la producción de alimentos sin semillas, se puede reducir cualquier insumo, menos este, por eso el gran reto que tiene el sector en avanzar en la investigación y en el desarrollo de estas, que incluyan atributos de resiliencia y mejor a adaptación al cambio climático”.

El uso de semillas que cuente con certificación y mejoras trae un sinfín de beneficios gracias a que ayuda a reducir costos en insumos agrícolas, como los fertilizantes y plaguicidas, y a su vez impulsa a la productividad del sector. Según datos del gremio, “la calidad de la semilla autorizada garantiza hasta un 40% de la producción, disminuye el costo en aplicación de insumos, contribuye a la alta calidad fitosanitaria, genera empleo, competitividad y prosperidad en el campo”.

Colombia enfrenta retos importantes debido a la variabilidad climática, como sequías prolongadas e inundaciones. Para hacer frente a esta situación, entidades como el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat) y Agrosavia han desarrollado soluciones para que los cultivos de frijol, maíz, banano y tomate sean mucho más resistentes a condiciones climáticas adversas.

Así como herramientas biotecnológicas como la transgénesis y la edición de genomas para obtener semillas con características determinadas, que cuenten con mayor tolerancia al calor y mayor resistencia a plagas. “El conocimiento y la innovación son el mayor factor de producción, el uso de semillas nativas y criollas como base genética de resiliencia y adaptación, unido a las herramientas que existen, son claves para la productividad, sostenibilidad del campo colombiano y el aporte a la seguridad alimentaria”, recalca Ariza.

A su vez, el marco normativo es otro elemento crucial en la seguridad alimentaria. En octubre de 2024, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) expidió la resolución N. 15141, que establece aquellos requisitos fundamentales en la producción, importación, exportación y comercialización de semillas mejoradas. Esta norma, además de trazar los lineamientos a seguir, busca integrar estas actividades relacionadas con semillas dentro del proceso de transformación digital.

Existen retos para el sector, frente a la seguridad jurídica y normativa que permitan la libertad de operación y elección de semillas, que garantice una oferta de semillas con o sin tecnología de acuerdo con el sistema productivo y las preferencias de los productores agropecuarios y los consumidores finales”, expone el gerente.

Para que Colombia logre fortalecer su seguridad alimentaria es clave promover el uso de semillas certificadas, “es por ello que desde Acosemillas podemos decir que los avances en seguridad alimentaria está en la defensa de la calidad en el sector semillas, la defensa de la biotecnología y todas las estrategias que aporten a la productividad, la inocuidad y la competitividad del sector, pero también al acceso y disponibilidad de semillas de buena calidad”, añade Ariza.

El país ha dado pasos importantes en este sentido y va por muy buen camino, pues según cifras entregadas por Legiscomex, el 90% de las semillas mejoradas utilizadas en los cultivos de maíz a nivel nacional provienen de productores afiliados de Acosemillas, mientras que el 45% del arroz sembrado en 2024 correspondió a variedades certificadas por el gremio. Un muy buen augurio para los próximos años.

LOS CONTRASTES

  • Leonardo Ariza Ramírez Gerente General de Acosemillas

    “Las empresas afiliadas a Acosemillas contribuyen a la seguridad alimentaria con la creación de nuevas variedades más resilientes a los cambios del clima”.

El auge de los cultivos transgénicos

Los cultivos transgénicos, en la actualidad, han revolucionado la agricultura mundial, ya que ofrecen soluciones a problemas como plagas, sequías y bajos rendimientos en los cultivos. Por medio de la modificación genética se incorporan características específicas en plantas como soja, maíz y algodón, que a su vez permite que el uso de agroquímicos disminuya y que puedan sobrevivir a condiciones adversas. En Colombia, estos cultivos han sido un gran aliado al ser una alternativa viable para fortalecer la seguridad alimentaria.

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