Las oportunidades que trajo la pandemia del covid-19 los productores colombianos
A pesar del golpe económico que trajo consigo la crisis del covid-19, muchos emprendedores le apostaron a la transformación, así como personas propietarias de fincas vieron la opción de ser sus propios productores de alimentos en estos espacios.
Y aunque para muchos la cuarentena significó cerrar las puertas, el campo se mantuvo como esa primera línea de contención para abastecer a la población colombiana de alimentos, y todo tipo de víveres. Negocios grandes y pequeños siguieron trabajando, por lo que para algunos de ellos el aislamiento terminó siendo una oportunidad.
Para dos negocios dedicados al agro orgánico, Le Coucou y Vida Orgánica, la cuarentena no significó dejar de trabajar ni parar la producción, sino más bien volcarse hacia plataformas digitales para seguir impulsando su negocio hacia fronteras que, aseguran, no conocían.
“Antes de la pandemia veníamos con un crecimiento constante, y al comienzo nos impactó mucho con respecto a nuestro portafolio de restaurantes, pues por la cuarentena tuvieron que cerrar sus puertas. Eso nos desbalanceó un poco en ingresos y en que el producto nos empezó a sobrar, pero fue muy importante que a raíz de eso nos tocó salir a promocionar productos que el cliente colombiano normalmente no consume, como el colirabano”, indicó
Juan Camilo Tamayo, socio fundador y gerente de Vida Orgánica.
Para el caso particular de este negocio, el exceso de productos especiales, destinados únicamente a restaurantes, terminó por abrirles las puertas hacia nuevos públicos que no esperaban, debido a la necesidad de poder comercializar lo que siembran en su finca Tagua.
“Hubo mucha empatía de las personas con la llegada de la pandemia. La gente se interesó en empresas como nosotros cuya prioridad es el medio ambiente”, agregó.
Le Coucou, productora de mermeladas artesanales 100% naturales, es otro de los negocios que logró sacudirse durante el aislamiento obligatorio debido al covid-19. Su propietario, Carlos Humberto Páez, aseguró que la pandemia los obligó a digitalizarse, un proceso que recomienda para modernizar a todos los emprendimientos del campo.
“Tuvimos que empezar a vender a domicilio, algo que nunca habíamos hecho antes, y ampliamos nuestras redes sociales, que antes consistían exclusivamente de una página en Facebook. Ahora, gracias a eso, llegamos a un público completamente nuevo, joven, que se ha interesado mucho en nuestros productos”, dijo.
Para Páez, la fortaleza de su negocio se radica en “tener poco, pero de muy buena calidad”, lo que los ayudó a marcar la diferencia en tiempos en los que el consumo general se redujo.
“Cada año, y cada vez vamos mejorando más y más. La pandemia fue una oportunidad”.
Con base en estas experiencias, Agronegocios le muestra los tips de los productores para llevar a otro nivel su finca.
Menos se traduce en calidad
En su objetivo de aportar mermeladas sin químicos, Le Coucou trabaja para endulzar sus productos naturalmente, “buscando siempre calidad, sana alimentación, manteniendo las propiedades alimenticias reales de cada fruta”. Para ellos, su cultivo es fuente de vitaminas y energía, pensando no sólo en el sabor de los productos, sino también en el valor agregado.
Huevos de gallinas felices
En la oferta de productos de Le Coucou, están los huevos orgánicos de pastoreo de gallinas felices. El proceso es que las gallinas escuchen música, tal y como lo indicó su propietario, Carlos Humberto Páez. En su negocio, y en especial para este producto, lo más importante es que los animales estén felices y relajados, para una mejor calidad de los huevos.
Repensar el público de los productos
Para los socios de Vida Orgánica uno de los mayores retos de la cuarentena fue el cierre de los restaurantes, pues eran estos los que compraban la mayoría de sus productos. Por esa razón, decidieron llevar sus productos orgánicos hacia nuevas audiencias, buscando no solo añadir más sabores al paladar de los colombianos sino también vender sus cosechas por internet.