Las comunidades del Piedemonte Amazónico tienen la palabra en el ordenamiento ambiental de su territorio
Líderes comunitarios y administraciones municipales buscan estrategias de conservación para la sostenibilidad y restauración del área del Distrito de Conservación de Suelos y Aguas del Caquetá (DCSAC). Patromonio Natural en alianza con Corpoamazonia y WWF apoyan estas iniciativas.
Este Distrito ubicado en el departamento del Caquetá, que incluye cerca de 275.255 hectáreas, se creó en la década de los 70’s con el objetivo de conservar y recuperar los suelos y aguas del Piedemonte Amazónico; pues esta región es fundamental para la conservación de las quebradas y nacimientos de agua que luego alimentan los grandes ríos de la cuenca amazónica.
Debido a la importancia de esta zona y como respuesta a la falta de una institución y/o figura de protección del territorio, nació en 2018 una alianza entre Patrimonio Natural, WWF y Corpoamazonia que busca evaluar el estado de conservación del Distrito y generar estrategias que permitan su protección.
Como parte de esta alianza, se están desarrollando una serie de talleres para fortalecer las capacidades de los líderes de la zona, entre los que se encuentran indígenas, campesinos y representantes de instituciones. El objetivo principal es que se generen espacios de diálogos entre las comunidades e instituciones locales para llegar a un acuerdo sobre la planeación ambiental del territorio.
A la fecha se han desarrollado dos talleres con la participación de más de 40 líderes, quienes han aprendido sobre estrategias de conservación y gobernanza, reconociendo las distintas culturas que interactúan en sus territorios y la oferta natural de la región. Se espera que, a largo plazo, los conocimientos adquiridos les permitan entender que existen otras alternativas económicas que pueden garantizar la protección de los ecosistemas y los servicios ecosistémicos que aún se mantienen en el territorio.
Estos espacios han permitido el intercambio de información, de experiencias y han sido una oportunidad para plantear acuerdos de conservación y ordenamiento ambiental del territorio como alternativas para las comunidades, quienes son los guardianes de esta región y los que deben construir la gobernanza territorial y ambiental necesaria para hacer del Piedemonte Amazónico, una región de desarrollo y paz que valora su potencial cultural y ambiental.