La producción de patos, un negocio avícola que le puede generar grandes rendimientos
Una de las industrias pecuarias que poco ha sido explorada en el mercado local es la producción avícola de patos, un negocio que puede generar buenos rendimientos económicos en el extranjero.
Las naciones asiáticas son las que aportan en mayor medida en la producción de carne de pato y, según cifras de la FAO, del total de estas aves criadas en el mundo, 89% provenía de Asia.
Esta proteína tiene un mayor contenido de fibra muscular que algunas partes del pollo como la pechuga, con un contenido mayor de grasa y que varía dependiendo del linaje, que en su mayoría son de mayor tamaño en países como China, Bangladesh e Indonesia.
En América Latina se domesticó al pato criollo, que tiene la ventaja de crecer en condiciones de crianza libre por su capacidad de búsqueda de alimentos y porque no requiere de mucha agua.
Una de sus mayores virtudes es su tolerancia a las enfermedades aviarias, que le diferencia de otras especies avícolas como los pollos o codornices.
La FAO explicó, por ejemplo, que la producción de arroz y pato puede tener buena sinergia, puesto que en pastoreo extensivo cumplen la función como controlador biológico al ser depredador natural de algunos insectos, babosas y caracoles.
También se pueden alimentar de los granos que caen al suelo en tiempo de cosecha y cribado, explicó el organismo multilateral.
Otra ventaja de combinar esta actividad agrícola con la crianza de patos tiene que ver con la función de fertilizador natural, ya que el estiércol que dejan en las fincas arroceras mejora la productividad.
En la crianza tiene grandes bondades para los avicultores, pueden producir huevos de tres a cuatro años, de mayor tamaño que los de la gallina, tienen una alta resistencia a condiciones climáticas frías, pero se adaptan, dependiendo de la raza, a clima cálido. Luego de que las patas cumplan su ciclo productivo de huevos, puede ser comercializada su carne.
En promedio una pata puede poner huevos durante 15 días antes de descansar un periodo cercano a los seis meses, por lo que puede tener producción durante toda la época del año.
En rebaño tienen una mayor facilidad para ser manejadas y se adaptan a ecosistemas como los humedales.
Cabe resaltar que una de las razas más productivas y con mayor contenido graso en su carne es la Pekín, que se usa en la gran mayoría del mundo para comercializar.