La producción de café aumentaría 20% en su cosecha con agricultura regenerativa
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La producción de café aumentaría 20% en su cosecha con agricultura regenerativa

Livingro es un proyecto de Syngenta que se está llevando a cabo internacionalmente, en el cual promueven la agricultura regenerativa
Las prácticas de agricultura regenerativa se traducen en un rendimiento económico importante para el agricultor
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La agricultura regenerativa ha tenido un gran apogeo en los últimos años. Se basa en la rehabilitación del suelo, además del mantenimiento de su rendimiento productivo. Para ello, esta alternativa implementa una serie de prácticas agrícolas que comprenden los cambios climáticos que confluyen en esta actividad y restauran su diversidad. En el caso de la caficultura, aumentaría en hasta 20% la productividad mediante estas prácticas.

Desde Syngenta, empresa de biotecnología multinacional dedicada a la fabricación de productos químicos para la agricultura, han trabajado en Livingro, un proyecto piloto el cual promueve las prácticas de agricultura regenerativa, con el objetivo de que los productores salvaguarden la salud de los suelos.

"La agricultura regenerativa se basa en cinco principios. Hablamos de proteger el suelo, por ejemplo, tener un trabajo mínimo de laboreo; mantener una cobertura permanente de forma que el suelo esté protegido frente a las condiciones climáticas, como grandes precipitaciones; introducir un uso basado en las localizaciones; hacer uso de abonos e implementar tecnologías, basándose en un monitoreo de plagas y enfermedades", destacó Javier Peris, gerente técnico global de sostenibilidad en Syngenta Crop Protection.

Livingro es un proyecto de Syngenta que se está llevando a cabo a nivel internacional. En él, se promueven las prácticas de agricultura sostenible, basándose en la generación de datos científicos en biodiversidad, salud del suelo, clima, pero también conociendo la cosecha.

"Nosotros sabemos que la cosecha es importante para los agricultores y, si no producimos un cambio o ellos ven un beneficio, va a ser muy difícil introducir estos proyectos. Actualmente, estamos en diez países, entre los cuales se encuentra Colombia, pero también a nivel de Latinoamérica en países como Guatemala, México o Costa Rica", afirmó el gerente.

En ellos, se trabajan con distintos tipos de cultivos y prácticas, como el café, aguacate, maíz, brócoli, melón, entre otros. Una gran variedad de cultivos para promover estas prácticas en los agricultores.

Los beneficios que ofrece esta iniciativa para el agricultor pueden ser muy diferentes. Contribuye a mejorar la biodiversidad aumentando el número de polinizadores, la salud del suelo, además de asegurar su cosecha.

En el caso del agricultor, va a tener unas condiciones de suelo que le van a permitir tener un cultivo durante mucho más tiempo y, además, otorgarle un suelo en buenas condiciones a las futuras generaciones.

"Usando el caso del café, que es un cultivo importante en Colombia, lo que hemos visto, por ejemplo, es que cuando utilizamos este tipo de prácticas, haciendo uso de un manejo que favorezca la biodiversidad y la salud del suelo, la producción media de los granos de café aumenta 20% en su cosecha", recalcó Peris.

Según el experto, un saco que normalmente pesa 60 kilos, va a tener menos granos, pero de mayor tamaño y se van a poder llenar muchos más. Lo que traduce en un rendimiento económico importante para el agricultor porque va a aumentar, sobre todo, sus ganancias económicas.

Livingro a nivel mundial empezó en 2019. En Colombia comenzó hace dos años, y en este caso, se ha trabajado en el aguacate, el café y en cítricos, en los cuales observaron resultados interesantes en la zona de Pereira.

Cabe destacar que, todos estos estudios están conectados con universidades. Por ejemplo, en Colombia, trabajan con la Universidad del Bosque, cuya labor se basa en hacer los muestreos de biodiversidad, de polinizadores, de enemigos naturales e incluso, la medición de la cosecha desde hace dos años.

"También estamos introduciendo el concepto de salud del suelo, en el cual estudiamos, por ejemplo, las características físicas y químicas, pero también la microbiología. La idea es tener un estudio a mediano y largo plazo, alrededor de tres a cinco años, y en función de los resultados que obtengamos, los investigadores y científicos los van a ir publicando. Sin embargo, todo dependerá del trabajo conjunto con los estudiantes", concluyó Peris.

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