La producción anual del sector apícola solo cubre un tercio de la demanda nacional
En el país hay poco más de 135.000 colmenas y la cifra viene en aumento debido a la instalación de proyectos apícolas en diferentes zonas del país, principalmente en Meta, Antioquia, Sucre, Córdoba y Huila. Según cifras del Ministerio de Agricultura, esas colmenas producen en promedio 29 kilos de miel cada una y suman una producción que alcanza los $41.480 millones con más de 3.800 toneladas anuales.
Según afirma Fabio Diazgranados, presidente de Fedeabejas, el sector satisface solo 30% de la demanda nacional anual, entendiendo que el consumo percápita del producto es de 87 gramos.
Con estas cifras, el sector se proyecta como uno de los de mayor proyección en el agro nacional, pues crece a un ritmo promedio de 5% año a año y los subsectores de la miel y la polinización crecieron 30% y 40% respectivamente para 2020.
De igual forma, desde 2015 las toneladas producidas han aumentado 38,2% y el número de colmenas cerca de 49% al pasar de 97.219 a más de 135.000. Lo anterior, como respuesta a diferentes programas de incentivos que ha venido desarrollando el Ministerio de Agricultura, productores y algunos entes regionales.
“El año pasado nos fue bien en medio de la pandemia. Evidenciamos que los productos como la miel tuvieron una demanda superior de 35%; ahora, tenemos proyectos de expansión, pero para eso necesitamos el apoyo del Gobierno porque debemos incrementar por lo menos en unas 500 colmenas en los próximos dos años. Lamentablemente mucho de lo ganado en 2020 se perdió en los meses del paro y estamos tratando de evaluar en cuánto se disminuyó la cosecha de mitad de año por esa razón; por el momento estamos seguros de que hay una disminución en la producción de miel de este primer semestre”, afirmó Diazgranados.
En cuanto a los apoyos e incentivos, solo en 2019 se entregaron 54 créditos por medio de Finagro que sumaron $557 millones; sin embargo, desde 2014 se han entregado $8.561 millones en créditos, de los cuales $1.732 millones se hicieron por medio de la entidad; $2.851 millones en el marco del programa Oportunidades Rurales; $1.027 millones en pares, y $2.951 millones gracias al Proyecto Apoyo a Alianzas Productivas (Papp).
Si bien los impulsos y apoyos económicos que se han dado desde el Gobierno Nacional han sido de gran importancia, aún falta mucho por crecer. Colombia es el décimo país de la región en producción de miel, debajo de naciones como Uruguay, Chile, Cuba y Guatemala que tienen una menor área de superficie y condiciones climáticas diferentes.
De igual forma, según información de Research & Markets, “se espera que el mercado mundial de la apicultura crezca a una tasa compuesta anual del 3,12% para alcanzar un tamaño de mercado de US$10,074 millones en 2023”.
En el caso de Colombia, el costo promedio de producción de un kilo de miel ronda los $6.000 y su precio en el mercado para el consumidor final tiene un promedio de $9.200; si bien estas cifras varían dependiendo la floración y el nivel de tecnificación del sistema productivo, siguen representando una gran oportunidad, teniendo en cuenta que de aumentarse la producción nacional, se podría disminuir la cantidad de miel importada que llega de países como Argentina, Chile o México y se vende a precios bajos en el mercado.
Además, “dentro de los grandes aportes de la apicultura se encuentra la polinización, la cual es vital para la producción de alimento y está vincula directamente a los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción agrícola. Además, es importante resaltar que el país cuenta con poco más de 4.071 apiarios que albergan en promedio 30 colmenas cada uno”, manifestó el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro.
De igual forma, Ricardo Cadena, apicultor del Consejo Nacional de la Cadena Apícola, explicó que para la producción de la miel se requiere que las abejas “vuelen cinco kilómetros a la redonda, recojan el néctar de las flores, lo transporten y lo lleven a la colmena. Luego lo sellan con cera y por la temperatura se va volviendo miel”, señaló.
Grandes desafíos
Uno de los principales retos para el sector es la preservación de las abejas y su hábitat, pues el uso no controlado de plaguicidas está disminuyendo la población mundial de estos. En países como Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Francia, Rusia, Australia, entre otros, ya se ha demostrado que el uso de agrotóxicos tiene efectos devastadores en la población de abejas; en el caso de Colombia, se ha reportado la desaparición de cientos de enjambres en Quindío asociados, según investigaciones oficiales, al uso de fipronil, un pesticida vetado en la Unión Europea, EE.UU. y China.
Otro factor es el consumo de miel falsificada o adulterada. Diazgranados explicó que “hay que seguir trabajando en ese sentido y tratar que la gente busque a los apicultores, para que les garanticen que lo que van a consumir es realmente miel de abeja porque este producto lo están falsificando con fructosa de maíz, que con productos industriales, les dan saborizantes, aroma de miel y con eso engañan al consumidor”.
Regulaciones en el sector
La líder nacional de apicultura en el Instituto Colombiano Agropecuario, (ICA), Andrea Ramos, destacó que en este momento están en curso algunas regulaciones como “una norma de registro de los apicultores y la realización de un manual de buenas prácticas apícolas.
También se está adelantando un código dedicado a la protección y el bienestar animal, en especial de las abejas. Sin embargo, lo que ya está en firme es una resolución de enfermedades de las abejas, la cual es de notificación obligatoria para los apicultores”.