La industria del pavo se mantiene a flote en el año gracias a la demanda de hoteles
Una de las tradiciones más comunes en la región para la temporada de Navidad y Año Nuevo es celebrar con un menú donde haya algún corte de pavo. Por eso diciembre es clave para los comercializadores y productores de esta ave, sin embargo, durante el resto de meses, ¿de qué viven las empresas que se dedican 100% a este animal?
La pregunta resulta curiosa si se tiene en cuenta que en diciembre, el consumo del ave llega a 300 toneladas en Colombia, cifra muy baja respecto a otras proteínas, y en un mes ordinario el promedio está entre 50 y 80 toneladas.
Hay que tener en cuenta que el precio promedio del kilo de pavo está en $12.000, (es decir una tonelada genera ingresos por $12 millones), y en Navidad significa un negocio de $3.600 millones. Así las cosas, las ventas caen 83% en los meses ordinarios cuando solo se vende en promedio $600 millones.
“La principal razón es que la cultura en el consumo se queda durante diciembre, por eso las empresas buscan atacar donde el mercado está desarrollado y esto es en hoteles, restaurantes de cierto nivel, catering y clubes sociales”, explicó César Franco, gerente de Pavos de la Sabana.
El hecho de que los cortes de pavo sean buscados por los estratos más altos lo llevó a una categorización de este alimento, esta población se convierte en salvavidas para las empresas que participan en el negocio.
Sin embargo, el sector ha registrado que el consumo mantiene tasas de crecimiento leves, por ejemplo en 2018 la demanda per cápita quedó en 960 gramos, y en 2019 se espera que suba a mínimo un kilo anual.
El hecho de que el consumo sea tan bajo es lo que abrió posibilidades para las empresas de ese círculo, pues la carne está en 67,4 kilos al año, el pollo va en 32,2 kilos y pescado, 10 kilos.
Hay que tener en cuenta que 65% del pavo que se consume en Colombia es producido a nivel nacional, especialmente en granjas de la Sabana de Bogotá y municipios templados de Cundinamarca por campesinos independientes.
De esta producción, se calcula que por cada 10 pavos que se crían a nivel local, entre tres y cuatro están en el extranjero, en países vecinos como Ecuador, Panamá y Perú. Por lo cual, los comerciantes del ave también se dedican a la generación de negocios durante el año, para así no depender solo de la Navidad. Por ejemplo en Panamá, las personas comen 4,5 kilos cada 12 meses, teniendo más picos además de diciembre.
Resultados de las ventas en el año
Después de diciembre, noviembre genera ingresos por $2.160 millones, gracias a que se tienen registros de picos de 180 toneladas en gran medida a las familias que en Colombia celebran el día de Acción de Gracias, y los grandes pedidos de hoteles por ese mes, así como algunas exportaciones a países vecinos por la misma festividad. Curiosamente sigue enero, “luego de Año Nuevo hay quienes no dejar de incluir al pavo en su mesa así que le dan la oportunidad hasta que se termina el mes, por eso hemos visto esos promedios en el consumo por cerca de 100 toneladas”, dijo Clara Valencia Guarín, gerente de Pavos de Tierra.