La Humboldt encontró más de 6.000 especies de plantas que son ’refugios climáticos’
Hay especies que se eligieron porque demuestran tener la capacidad de afrontar las adversidades climáticas, lo cual es importante, ya que puede favorecer la adaptación de los seres humanos ante adversidades en el clima.
Un estudio adelantado por un grupo de investigadores del Instituto Humboldt, logró identificar los refugios climáticos de 14 especies de plantas útiles resilientes en Colombia, los cuales se concentran en zonas de transición entre los Andes, la Amazonía y el Pacífico.
Según Elkin Noguera, investigador de la gerencia de Información Científica del Instituto Humboldt, explica que “los refugios climáticos son áreas donde las condiciones ambientales son relativamente estables y favorables para la supervivencia de ciertas especies en un contexto de cambio climático”.
Enfatiza, que las 14 especies seleccionadas se escogieron por su importancia económica y su capacidad de adaptación a las condiciones cambiantes del clima. Además, ofrecen una variedad de soluciones para los seres humanos, principalmente alimentos, cosméticos, ornamentales, sombríos, entre otros.
Estas plantas fueron elegidas, porque demuestran tener la capacidad de afrontar las adversidades climáticas, lo cual es importante, ya que puede favorecer la adaptación de las comunidades humanas ante escenarios adversos en el clima y permitir generar lineamientos para la conservación y uso sostenible de estas especies en el futuro.
“Para asegurar que brinden sus beneficios, es crucial cuidarlas adecuadamente. Esto implica mantener su hábitat natural, controlar enfermedades, promover su uso en prácticas agrícolas sostenibles como la agroforestería”, indica Noguera. Igualmente, el estudio hace énfasis, que al identificar los refugios climáticos de especies de plantas útiles resilientes es vital para la conservación y el aprovechamiento de servicios ecosistémicos en el futuro.
Asimismo, muestra que, en Colombia, se espera que el cambio climático tenga efectos significativos sobre la diversidad de plantas, produciendo desplazamientos altitudinales y extinciones locales, lo que podría resultar en la pérdida de servicios ecosistémicos.
Otro dato que halló la investigación, fue que la distribución de una especie puede mantenerse constante en ciertas zonas (refugios climáticos), contraerse o expandirse con distintos niveles de intensidad.
Estos cambios están influenciados por la capacidad de adaptación al entorno y las habilidades de movilidad de las especies, así como por las alteraciones ambientales de la región.
Sobre estos refugios el profesor Juan Luis Parra, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia, precisa que “se podría sugerir la siembra de especies de interés en lugares para la conservación”.