La FAO revela los retos para garantizar la sanidad vegetal desde los productores
Erradicar el hambre, reducir la pobreza, proteger el medioambiente e impulsar el desarrollo económico parecen retos que involucran a múltiples carteras de uno o varios gobiernos a nivel mundial. Sin embargo, estos desafíos pueden solucionarse satisfactoriamente tan solo al garantizar la sanidad vegetal a nivel global.
Dicho tema adquiere mayor importancia en la actualidad si se tiene en cuenta que la FAO ha declarado 2020 como el año internacional de la sanidad vegetal. Bajo este escenario, las políticas y medidas de promoción ligadas a ello toman un papel prioritario a la hora de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible propuestos por la ONU.
“Las plantas suponen la base fundamental para la vida en la Tierra y son el pilar más importante de la nutrición humana. Pero contar con plantas sanas no es algo que podamos dar por supuesto”, aseguró el director General de la FAO, Qu Dongyu.
Lo cierto es que, de alguna manera, las plantas garantizan, en su mayoría, el nivel de vida actual de la humanidad, pues constituyen 80% de los alimentos que consumimos. Sin embargo, cada año se pierde hasta 40% de los cultivos alimentarios a causa de plagas y enfermedades que afectan a las plantas en todo el mundo.
Más allá del problema que esto supone para una vida sostenible en el planeta, también representa un reto desde el punto de vista financiero, pues las plagas y enfermedades que afectan los cultivos hacen que se pierdan alrededor de US$200.000 millones anuales bajo este concepto.
Por ello, durante el nombramiento de 2020 como el año de la sanidad vegetal, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró que es necesario que “dediquemos los recursos necesarios, aumentemos nuestro compromiso con la sanidad vegetal y actuemos por las personas y el planeta”.
Entre los actores que pueden tomar acción para mejorar el panorama de la sanidad vegetal, la FAO destaca a la ciudadanía, la academia, los agricultores, los empresarios y los gobiernos de todo el mundo como responsables directos a la hora de tomar acciones significativas en medio de este proceso.
Las recomendaciones de la organización para generar un impacto positivo se centran en implementar protocolos más estrictos a la hora de viajar con plantas y productos vegetales, evitar la propagación de plagas utilizando solo semillas certificadas, implementar la tecnología digital moderna o centrar las prácticas agrícolas en enfoques biológicos que no maten a los polinizadores, insectos y organismos beneficiosos.
los Roles públicos y privados
Frente al rol de los sectores público y privado, el primer caso demanda que los gobiernos promuevan campañas de sensibilización sobre la importancia de la sanidad vegetal y lo que todos pueden hacer para proteger las plantas, así como fortalecer los sistemas de seguimiento de alerta temprana. En el segundo escenario, la clave está en garantizar la inocuidad del comercio y el transporte de plantas y productos.