La FAO advirtió sobre el impacto que tendría que las abejas se lleguen a extinguir

Desde hace algún tiempo viene cobrando relevancia la inesperada amenaza que tienen las abejas de extinguirse, dejando en evidencia las grandes consecuencias que podría llegar a sufrir el planeta a causa de esto. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, estos insectos polinizadores son los responsables de más de 75% de los cultivos de alimentos, por lo que su desaparición, además de poner en riesgo la seguridad alimentaria, también provocaría un efecto dominó sobre la economía mundial y la biodiversidad.

De igual manera, la FAO destaca que si la disminución de la población de estos insectos continúa, muchos cultivos que son importantes, como los de frutas, frutos secos y hortalizas, pasarían a ser reemplazados por cultivos más simples, como lo son los de arroz, maíz y papa. Este cambio, según la organización, afectará la calidad nutricional a nivel global y en esta medida provocaría que las dietas de las personas empezaran a ser más pobres. Esto sin contar que, con la falta de estos animales, se afectaron cultivos como los de café, cacao, manzanas, almendras y tomates, afectando a los millones de agricultores que hay en el mundo.

Por otro lado, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente también se pronunció con respecto al tema, afirmando que la extinción de las abejas podría provocar cambios relevantes en los sistemas agrícolas y en los ecosistemas del mundo. Todo esto gracias a que las abejas son fundamentales para la polinización de flores silvestres y cultivos, lo cual ayuda a que se dé el crecimiento de múltiples especies vegetales y, con esto, también el desarrollo del resto de fauna.

Aunque es importante destacar que todo esto se debe al uso intensivo de agroquímicos, la pérdida de hábitat, el cambio climático y la contaminación, debido a que cada uno de estos factores influye para que se debiliten las colonias y limiten su capacidad de polinización. No obstante, las consecuencias no solo se reducen al sector agrícola, pues una disminución de los polinizadores permitiría una caída económica, principalmente en aquellas regiones productoras y en los empleos que están relacionados con la apicultura y con los cultivos que son dependientes de la polinización.

Es por ello que el llamado es urgente y viene de múltiples organizaciones importantes, ya que la FAO insiste en regular el uso de pesticidas y a preservar múltiples hábitats naturales que son ricos en flores, mientras que demás instituciones enfatizan en lo relevante que es restaurar ecosistemas y fortalecer prácticas agrícolas que sean sostenibles.