La deforestación de bosques y selvas nacionales se lleva casi el área de Bogotá cada año
LR termina una serie de informes sobre la situación de la tierra en Colombia, desde sus propietarios y usos, hasta esta entrega que detalla la cantidad de terreno que el medio ambiente está perdiendo.
Hace cinco años el Instituto Internacional para el Medio Ambiente lanzó una curiosa, pero alarmante advertencia: si hoy Colombia no tuviera la región amazónica (sin contar la que se extiende por otros países como Brasil y Perú), Cartagena no tendría temperaturas promedio de 31° o menos, sino mayores a 57°, en el “mejor” de los escenarios. Y para tener un referente, el récord de calor global estuvo en el “Valle de la Muerte” en California, EE.UU., con 54,4°.
Y ese sería solo un punto en una nutrida lista de problemas si la deforestación no solo en la región amazónica sino en todo el país, no se controla. Las alarmas por parte de ambientalistas ya están encendidas con los fuertes números de selvas y bosques perdidos.
Precisamente, en el reporte del Ideam con corte a 2019, ese año la deforestación en Colombia llegó a 158.894 hectáreas, visto de otra forma eso es casi la superficie de Bogotá que está en más de 177.000 hectáreas. Sin embargo, en 2018 fue superior, con una erradicación de selvas y bosques de 197.159 hectáreas.
Pese a que, entre 2018 y 2019 hubo una reducción en la deforestación de 19% (38.265 hectáreas menos), el total de la tierra que perdió el medio ambiente entre 2017 y 2019 fue más de 576.026 hectáreas. Si se tiene en cuenta que una cancha de fútbol reglamentada por la Fifa para partidos internacionales tiene entre 100 y 110 metros, eso equivale a la impresionante cifra de 5.760 millones de esos campos.
Ante esos números, el debate del control de la deforestación tiene varios ejes, así como causas. Daniel Gutiérrez, director de la organización internacional Saving The Amazon, dedicada a la reforestación, explicó que, “este mal tiene causas directas, como lo son personas que cortan los árboles para sacar madera, crear una vía, etc. Pero, por ejemplo, la construcción de una vía es una causa indirecta para que después esa área sea deforestada porque ahí ya hay una carretera, entonces habría negocios, viviendas, y es deforestación futura”.
Incluso, detrás de este problema, como primer punto está la tala indiscriminada de árboles por madera, los cultivos ilícitos, al igual que la ganadería expansiva. Sobre esto último, Gutiérrez recordó que, “la deforestación en Colombia es un problema de gobernabilidad. Las personas deforestan para apropiarse de los territorios, después ponen una vaca, cuando deforestan por eso es que la gente habla de ganadería expansiva, pero la vaca es una excusa para decir que ‘este terreno es mío’; entonces el problema es más profundo, de control estatal y de no saber de quién es la tierra”.
Este factor va de la mano con la escasa información que hay en el Gobierno sobre la tierra, y de ahí, la actualización que está pendiente en el sistema de información catastral, que pensando de forma positiva estaría hasta 2025 a su 100%.
A hoy, por ejemplo, no se sabe cuántos baldíos pueden existir, por eso, el Estado, para sus estimaciones y elaboración de políticas depende de investigadores y académicos, uno de ellos es el de la economista Ana María Ibáñez, quien tiene un estimativo del dato de baldíos aproximado en 48 millones de hectáreas (20% de la tierra que tiene Colombia).
“Por eso, la escasa información de tierra es igual a una falta de bases para incluso generar estrategias de protección ambiental”, agregó el exministro de Agricultura, José A. Ocampo.
Por último, el exministro de Ambiente, Frank Pearl, también recordó que "el origen del problema de la deforestación es una causa económica. Es la expansión e la frontera agrícola, la gente tumba árboles para la madera, porque es la mejor opción económica que tienen, como casi todos los casos la solución es económica, y la pobreza no ayuda a resolverlo.