La crioterapia, una herramienta paliativa para aliviar el dolor en caballos con laminitis
La laminitis es una de las enfermedades más comunes en los caballos. Si no se atiende a tiempo puede generar complicaciones importantes para caminar y terminar incluso en la pérdida de la vida útil del animal. Entre algunos cuidados para prevenirla, se debe poner atención en la alimentación, pues el aumento de peso puede duplicar el riesgo de padecer esta patología.
Agronegocios conversó con Juan Rafael Restrepo, entrenador de caballos, sobre las particularidades de esta enfermedad y las posibilidades de terapias como herramienta paliativa.
En esencia, esta patología se trata de una inflamación en la lamina que se encuentra por dentro del casco de caballo. "La hinchazón interrumpe el flujo sanguíneo que debería llegar al casco del caballo. una de las causas principales de esta enfermedad es una alimentación con exceso de ingesta de proteína", comentó.
Esta enfermedad puede generar una obstrucción intestinal en el caballo, lo cual a su vez, desencadena en problemas de salud mayores. La laminitis produce grandes dificultades para caminar y reduce notablemente la calidad de vida del animal.
Una alternativa para este tipo de patologías es la crioterapia, que consiste en crear un frío intenso para destruir y congelar tejidos enfermos a través de nitrógeno líquido o gas argón. Esto permite que se logre reactivar el flujo sanguíneo hacia los cascos.
Desde formas manuales hasta otras más tecnificadas, se puede llevar a cabo esta terapia de varias maneras. Por ejemplo, se puede colocar hielo sujeto con una venda o utilizar bolsas de frío. La aplicación se puede sofisticar usando, incluso, piscinas con agua fría. El mecanismo de acción de la crioterapia se basa en la reducción de la actividad enzimática del tejido en 50% por cada 10 grados que se baja su temperatura.
Restrepo añadió que no se debe descuidar el ámbito de prevención en salud animal. En el caso de la laminitis, se puede reducir en gran medida el riesgo de padecerla si se limita la ingesta de proteínas y se cuida la alimentación del caballo; es decir, no sobrealimentarlo.