“La economía forestal es de las mejores alternativas para enfrentar la deforestación"
Aunque, según el Ministerio de Ambiente, para 2022 la deforestación se redujo cerca de 10% respecto a 2021, tras décadas de aumentos continuos, mantener esas reducciones exige mejorar la integralidad y complementariedad entre el bosque natural, las plantaciones forestales comerciales y la agroindustria. Así lo destaca la Federación Nacional de Industriales de la Madera, Fedemaderas, en cabeza de su director ejecutivo, Juan Miguel Vásquez.
“Tal vez una de las mejores soluciones, de las mejores alternativas que tiene Colombia para enfrentar la deforestación, la descarbonización, la adaptación y el cambio climático, es la economía forestal”, aseguró Vásquez, quien destacó que la reducción vista en 2022 fue, en gran medida, gracias al bosque como solución.
¿Qué es la economía forestal?
Un estudio liderado por Victoria Eugenia De la Cruz Torres, de la Universidad Externado de Colombia, destacó que 53% del territorio colombiano está cubierto de bosque. Dentro de las principales causas de la deforestación se destacan el tráfico de madera, la expansión de la frontera agrícola y ganadera, el aumento de la población, la minería ilegal y los incendios forestales.
La economía forestal llega como una actividad sustentable y un medio de conservación natural, que busca una sinergia entre el uso de productos forestales y el mantenimiento de la cobertura forestal a lo largo del tiempo.
“En un concepto integrado y transversal de clústeres, la economía forestal aportaría un enorme valor a la bioeconomía nacional en la medida que se garantice la proveeduría nacional de maderables, rompiendo inseguridades jurídicas y financieras”, añadió Fedemaderas.
De acuerdo con la entidad, eso dinamizaría una industria de transformación primaria que, ante una cristalización de las ventajas competitivas nacionales, garantice un círculo virtuoso en la articulación con una mayor demanda por productos como la biomasa forestal para la generación de energía renovable.
“Además de la madera maciza y estructural para construcción más sostenible, la comercialización de mobiliario con consciencia ambiental en la medida que se reeduque al consumidor en cómo distinguir cuando un producto proviene de la legalidad y fuentes sostenibles, además de diversos usos en textiles y bioproductos en cuyos procesos productivos las fibras de celulosa y pino tienen injerencia”, agregó la federación.
Por ello, es clave que existan productivos sistemas de pagos por servicios ambientales y se vean a los bosques naturales y plantados como sistemas productivos.
Ley General de bosques nativos, plantaciones forestales y agroforestales
Actualmente cursa en el Congreso de la República un proyecto denominado “Ley General de bosques nativos, plantaciones forestales y agroforestales” que busca promover el desarrollo de la red forestal, la forestería y los sistemas agroforestales.
Su objeto es regular la actividad forestal en suelos de aptitud preferentemente forestal y en suelos degradados e incentivar la forestación, en especial, por parte de los pequeños propietarios forestales y aquella necesaria para la prevención de la degradación, protección y recuperación de los suelos del territorio nacional.