José Félix Lafaurie junto a Carlos Patiño presentaron proyecto productivo en el Meta
José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan; y Carlos Patiño, CEO de Arlés, presentaron un proyecto a la a gobernadora del Meta, Rafaela Cortés. La propuesta busca transformar tanto la realidad social como económica del departamento. Se trata de una iniciativa que a través de la ganadería silvopastoril, quiere incorporar el árbol Cacay como una fuente adicional de ingresos. Más que una invitación a los ganaderos para invertir, este proyecto tiene un fuerte enfoque social y aspira a convertirse en un modelo a nivel nacional.
El Cacay es un árbol nativo de la Amazonía cuyo fruto produce un aceite utilizado en cosmética y dermatología.
La propuesta de combinar la ganadería sostenible con el cultivo de árboles de Cacay no solo encontró apoyo en la gobernadora para generar impacto social positivo en grupos vulnerables como víctimas de la violencia, madres solteras, indígenas y campesinos, sino que también se vislumbra como una alternativa para diversificar la economía del departamento, manteniendo su tradición ganadera. Se busca establecer un clúster que promueva esta asociación productiva y, a largo plazo, incursione en la industria de la cosmética con una Tasa Interna de Retorno de 20%.
La propuesta, desarrollada en colaboración con Carlos Patiño, CEO de Arlés SAS, podría servir como un piloto de transformación en áreas actualmente dominadas por cultivos de coca, potencialmente convirtiéndose en territorios de producción de Cacay.
Para llevar a cabo este proyecto, se presentaron tres puntos clave sobre la mesa: el primero, relacionada con la tierra, donde Carlos Patiño donaría 600 hectáreas para el desarrollo del proyecto, requiriendo la intervención de la Agencia Nacional de Tierras. El segundo fue la tecnología, con el apoyo de Fedegán en el componente silvopastoril y de la Agencia de Desarrollo Rural en el aspecto agrícola. La tercera propuesta se trata de la financiación social a través de Finagro, con la posibilidad de acceder a cooperación internacional con el respaldo del Gobierno Nacional y otros organismos orientados hacia la paz y el desarrollo rural.
El tercer punto clave es la "financiación social" a través de Finagro. Se espera que esta financiación considere el objetivo transformador del proyecto y los plazos de producción involucrados.