Injerto de cholupa en maracuyá puede crear una resistencia contra el hongo secadera

El manejo de las enfermedades y de las plagas es una de las tareas que mayor rigurosidad requieren los agricultores. No solo porque pueden surgir nuevas patologías que afectan al cultivo, sino que un mayor control fitosanitario se traduce en más rentabilidad.

Cultivos como el maracuyá se ven afectados por hongos y plagas dañinas, como el Fusarium Solani también conocido como secadera. Este microorganismo vive en el suelo y es una de las principales enfermedades que ataca esta siembra, penetra por las raíces del fruto y va ascendiendo, secando la planta, deteniendo su crecimiento y marchitando sus hojas, se puede reconocer porque en su interior aparecen manchas rojizas y anaranjadas. Algunos productores tienen pérdidas de hasta 80%, es decir, por cada 100 plantas que siembran 80 se van a morir.

Un proyecto de investigación realizado por la Universidad Nacional de Colombia (Unal), sede Palmira y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), propuso la enjertación de cholupa en maracuyá como alternativa para hacerle frente a la secadera.

“Una especie relacionada con maracuyá es la cholupa, la cual tiene un mercado local aquí en Colombia, específicamente en el departamento de Huila. Este tiene resistencia al hongo, ya que de 100 plantas solo se enferman cuatro o cinco. Nosotros por un método casi centenario de biotecnología de campo, que es la injertación, aprovechamos el recurso genético, y lo juntamos con el maracuyá. En la parte inferior de la planta injertada va la cholupa que tiene resistencia en sus raíces y no permite que el hongo vaya a pasar a la parte superior, que es el maracuyá”, explicó John Ocampo Pérez, profesor investigador de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

El injerto es un método artificial utilizado para unir dos cultivos con el fin de que crezcan como uno solo. En este caso se está uniendo las raíces de los frutos para combatir un hongo.

Según explicó el experto, se evaluaron cinco especies silvestres parientes de la pasiflora, todas presentaron resistencia, sin embargo, la única que evidenció propiedades o beneficios más allá de la fuerza, fue la cholupa, ya que también le da un vigor a la planta, es decir, una mayor capacidad para producir más frutos.

Por ejemplo, si la planta produce 40 frutos cotidianamente, con el injerto puede llegar a producir 50 frutos adicionales, porque la cholupa tiene raíces más largas y amplias que le dan una mayor posibilidad de adquirir agua y por consiguiente obtener más cantidad de nutrientes.

“La cholupa presenta ese tipo de resistencias porque es parte de la variabilidad genética natural que hay en las especies, por ejemplo, cuando llega una enfermedad, hay unas personas que se van a enfermar más que otras o simplemente hay unas que son asintomáticas. Ese es el caso de la cholupa, pues el hongo penetra, pero no le causa ningún daño a la planta”, agregó Pérez.

El proceso se llevó a cabo a partir de la extracción de las semillas de los frutos de maracuyá y de cholupa, luego se sembraron con un sistema de vivero tradicional. A los 20 o 25 días después de que las semillas germinan, con unos 10 a 15 centímetros y un diámetro de tres milímetros, se empleó la técnica que se llama la mini enjertación, donde se hacen unos cortes, se deja la planta de cholupa, que tiene la raíz, en la parte de abajo y en la parte superior se pone el maracuyá.

Como resultados, después de inducir la enfermedad a 855 plantas con injertos, solamente unas 10 plantas se enfermaron.