Importaciones desde Estados Unidos y la Unión Europea tienen implicaciones negativas para el sector lácteo
Asoleche indicó que debido a los resultados de los Tratados de Libre Comercio realizados con Estados Unidos y la Unión Europea, las importaciones de leche proveniente de estos dos mercados están afectando a los productores nacionales y piden al Gobierno reformular los mecanismos de política pública y así transitar hacia un esquema más competitivo y conectado con la realidad del comercio internacional.
De acuerdo al gremio, "en el caso de Estados Unidos se negoció un contingente arancelario (cantidades que se importan anualmente sin pagar arancel) que arrancó en el 2012 en 9.570 toneladas de productos lácteos y que en el año 2019 ya suman 18.650 toneladas distribuidas en 10.718 toneladas de leche en polvo, 214 toneladas de yogurt, 1.072 toneladas de mantequilla y 4.502 toneladas de queso y 2.144 toneladas de otros lácteos. Dichas cantidades ingresarán a Colombia en el 2019 sin arancel y, además, crecen a una tasa del 10 % anual".
Una vez se supera esta cantidad por producto se puede seguir importando,
pagando un arancel extracontingente que, a su vez, va disminuyendo de manera gradual hasta llegar a 0 % en el 2026. Ese año las importaciones de productos lácteos originarios de Estados Unidos quedarán completamente liberalizadas, es decir, se podrán ingresar cantidades ilimitadas sin pagar arancel.
Por su parte, las importaciones de productos lácteos de la Unión Europea
quedarán completamente liberalizadas en el año 2028, bajo un esquema de
contingentes similar al señalado para el caso de Estados Unidos.
Ese panorama implica que el sector lácteo colombiano está en una cuenta
regresiva que lo llevará, en 2026 y 2028, a enfrentar sin ningún tipo de
restricciones las importaciones provenientes de dos de los más grandes jugadores mundiales del sector.
"Esta situación enciende las alarmas si se tiene en cuenta que cada tonelada de productos lácteos que ingresa al país, equivale a cerca de 8.000 litros de leche cruda (para el caso de leche en polvo) que deja de comprarse a un ganadero colombiano, por cuenta de la imposibilidad de equipararse en términos de calidad- precio a la leche importada".